Pregunta Ana si se nos ocurre alguna persona honesta, inteligente y capaz que aspire a un puesto de responsabilidad política con el único objeto de contribuir al bien común y mejorar el sistema. Y aunque parezca mentira parece ser que haberlos haylos, como las meigas, sólo que no suelen ser portada de los periódicos ni ocupan un solo segundo de los noticiarios diarios, esos que nos ponen constantemente de mal humor y nos hacen creer que el ser humano es malo por naturaleza.
Digo esto porque el viernes por la noche en uno de esos programas sobre la actualidad política que tanto me gusta ver si hablaron de ellos, y no solo de uno sino de varios.
Hay un alcalde en Jun (Granada) que mantiene comunicación diaria con todos sus vecinos vía twitter, por supuesto hay wi-fi gratis en todo el pueblo. Y no solo él, sino algunos servicios municipales como la limpieza y la policía municipal también tienen su propio servicio de avisos directamente desde los móviles de los ciudadanos. Algunos pensaran que esto daría lugar a colapso del servicio, a bromas y gamberradas… pero no, parece ser que los ciudadanos somos más responsables de lo que a veces las autoridades nos quieren hacer creer y los vecinos de ese pueblo están contentísimos de poder comunicarse directamente con su alcalde haciéndole llegar sus quejas, sugerencias y agradecimientos sin necesidad de ningún otro trámite burocrático. Dice el Alcalde 2.0, como le llaman sus paisanos, que puede recibir unos 450 tuits diarios a los que responde personalmente. Los plenos se retransmiten en directo y los vecinos que lo desean pueden participar en el mismo mediante comentarios que salen en una pantalla situada en la sala de plenos. Esto es democracia directa.
El alcalde de Albal (Valencia) ayuda a los vecinos que van a ser desahuciados de su vivienda acompañándolos personalmente al banco y ejerciendo de mediador para impedir dichos desalojos y conseguir aplazamientos.
La alcaldesa de Alzira (Valencia) aplica la ley municipal que permite al ayuntamiento quedarse con los inmuebles en mal estado debido al abandono de sus propietarios y expropia inmuebles que ahora son propiedad de bancos para dárselos a personas necesitadas.
El alcalde de Dumbria (Coruña) ha demostrado que con una buena gestión se puede tener un ayuntamiento saneado, con deuda cero y servicios municipales gratuitos, como el transporte escolar, la recogida de basuras o el polideportivo municipal.
Por último en Rivas Vaciamadrid (Madrid) su alcalde ha recibido el premio a la “ciudad más sostenible” debido a su apuesta por las energías renovables. A través de la Agencia de la Energía ha conseguido que los vecinos puedan poner placas fotovoltaicas en sus viviendas a coste cero. Dicho alcalde renunció a su sueldo y no hay coches oficiales, utilizan el transporte público tanto para sus desplazamientos por el pueblo como para sus traslados a Madrid. La ausencia de especulación en el suelo público ha facilitado que las viviendas estén a precios asequibles con lo que la población ha pasado de 14000 habitantes en 1991 a los 75000 actuales.
En el reportaje salían los nombres de los alcaldes y sus pueblos pero se omitía oportunamente los partidos políticos a los que pertenecían. Y me pareció una idea acertada, ya que hay personas que dependiendo de a quien se le ocurre la idea o la pone en práctica le parece bien o mal, no vaya a ser que se felicite al contrario sin querer, en esa absurda práctica de obediencia de partido que ciegamente siguen muchos militantes y afines. A mí me ha podido la curiosidad y he comprobado que había alcaldes de todos los colores, PP, PSOE y IU, pero ninguna de esas siglas quita meritos a su buen hacer y su preocupación por los vecinos que han puesto en ellos su confianza, porque sobre todo en los pueblos se vota a las personas, no a las siglas.
Estoy segura que no son casos únicos, que hay muchas más personas anónimas que ejercen el poder municipal con coherencia y honestidad y que además los resultados de su gestión hacen que sus pueblos y ciudades puedan disfrutar de los servicios necesarios sin necesidad de endeudarse o subir impuestos municipales. Lo deseable seria que estas asociaciones de nombre larguísimo como la Federación Española de Municipios y Provincias sirvieran para que pusieran en común todas las actuaciones y poder aprender de los que lo están haciendo bien, en vez de seguir haciéndolo mal por inercia, negligencia o simplemente ineptitud.
Y me quedo con la frase que dijo una joven habitante de Rivas: “hay sitios en los que ciertos ideales dejan de ser ideales para convertirse en realidades”.