Revista Talentos

Alfredo Abrisqueta: Querido Tiempo

Publicado el 20 enero 2013 por Alfredo


Alfredo Abrisqueta: Querido Tiempo.Querido Tiempo:
Me presento. Soy un ser temporal que ocupa también su espacio, mas o menos grande. Espero no ser tan egoísta. Sé perfectamente que la sociedad adora los cuerpos de papel y los músculos de ignorancia. Pero este asunto no viene al cuento. Yo quería hablarte de otra cosa que me preocupa y me obsesiona. El Ser Humano. Tú lo conoces bien creo. Has vivido por los siglos de los siglos según nuestra concepción religiosa hasta que algo divino te creó o bien, según nuestra concepción científica, hasta que el Big Bang explosionó. Pero prefiero la cultura griega antigua, ellos sí que sabían...¡tan olvidados los tenemos! Que nos parece insignificante su concepción eterna sobre el tiempo. No hubo un principio y no habrá un final. Seguramente estas personas vivían más tranquilas que las nuestras que no hacen mas que imaginarse apocalipsis con cada fenómeno que perciben. 
Iré al grano, ya que tus segundos son muy valiosos, mas que incluso todo el petróleo de este mundo, el oro y el diamante. Pues tu valor no reside en ninguna materialidad sino precisamente en la inmaterialidad. Nos das posibilidades para elegir abriendo ese espacio de acción temporal que cada día agradezco. Eres tú pues el mayor benefactor del Hombre, pues otorgas nuestra Libertad. Sin embargo no todos saben apreciar tu naturaleza, pues unos talan tus segundos para crear más desigualdades en su medio, otros contaminan tus horas para producir venenos, alimentar guerras, expropiar recursos a los más débiles, defraudar a sus conciudadanos, maltratar a los animales, experimentar con sus cuerpos, olvidarse de sus iguales muertos de hambre y de sed en un trozo de tierra árida, explotar cuerpos y más cuerpos sin importarles el dolor y un sin fin de actos terroríficos. Menos mal que no todos los individuos, hijos tuyos, somos iguales. Otros en cambio son más místicos. Se aprovechan de ti para beneficio suyo. Primero cuentan una historia en la que te insultan y condenan. Eres el villano culpable de nuestros grandes problemas. La muerte. Y segundo, ofrecen a la imaginación el caramelo perfecto de tu inexistencia más allá de tus dominios. Aunque tú mejor que nadie sabrás lo que digo, durante siglos has sido testigo de su avaricia de poder y la usura.
No nos juzgues mal, pues como dije antes, no todos somos iguales. Otros hijos tuyos preferimos ver en el arte, en todos sus géneros, tu grandeza. Somos nosotros los que nos damos cuenta de la insignificancia de nuestra existencia y preferimos representar nuestras emociones a través de las palabras, imágenes y sonidos. Porque sabemos que las generaciones venideras deben entender lo que nosotros hemos entendido ya. Por eso nos esforzamos por crear historias, leyendas, monumentos, pinturas y música para que perduren bajo tu amparo.
Gracias a ti el Hombre tiene no sólo libertad, también historia. Nuestras generaciones apenas saben lo que es mientras que otros no quieren saberlo. Producto de su propia ignorancia son los que deciden por nosotros. Así es el Ser Humano del siglo XXI. Individuos que confían en el gobierno de los ignorantes. Ignorantes que nada quieren saber de sí mismos ni tampoco de tu grandiosidad. Ignorantes que prefieren adorar los objetos mas que la magnificencia de la naturaleza que les rodea. Ignorantes que creen que todo es mensurable y si hay algo que no lo es, ellos mismos se inventan un patrón. Ignorantes que dicen defender la libertad de los pueblos libres mientras lanzan bombas desde el aire. Ignorantes que venden una imagen a cambio de votos, dinero y complicidad.
Querido tiempo, espero que la paciencia al igual que tu ser, no tenga principio ni fin. El Hombre ha demostrado ser el animal más estúpido que la naturaleza haya podido engendrar. Y sin embargo nos creemos superiores ante los demás. Solamente el arte, aquel no corrompido por la ignorancia y mediocridad, puede ayudarnos a todos a cambiar la percepción actual. Nuestro punto de vista mermado, casi sin ángulo de visión pretende verlo todo. Pues como el prisionero de la caverna de Platón, el hombre del siglo XXI debe salir poco a poco a través de la escarpada cuesta, con esfuerzo y sudor, para liberarse de las propias cadenas que un día él mismo se puso complaciente.
Alfredo Abrisqueta: Querido Tiempo.


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