L.H. " Me encontraba solo en el desierto cuando divisé una especie de lago, lleno de palmeras alrededor con agua cristalina, como si fuera un oasis. Cada paso que daba hacia él se iba haciendo más pequeño, tan pequeño que cuando estuve cerca de él sólo era un cuenco con varias pajitas, por supuesto lleno de agua y yo que estaba muerto de sed empecé a beber de ella. No me importaba si estaba sucia o limpia, la sed era tan grande que lo único que quería era calmarla, así que no me importaba si la bebía por las pajitas o por el mismo cuenco. Desde que el agua tocó mis labios sentí como una lluvia que estuviese cayendo sobre mí, no me calmó todas las ansias de beber, pero en ese mismo instante me quitó la sed que llevaba dentro, fue tal experiencia que no la olvidaré jamás. Me di cuenta lo preciada que es el agua y más si es pura y cristalina, doy gracias por ello ".
O.M.S. " Una de las cosas más maravillosas que me han ocurrido en la vida fue cuando nos regalaron mis padres una bicicleta para cada uno de montaña. Fue uno de los momentos más felices de mi vida. Estábamos muy entretenidos y disfrutando de las bicicletas. Uno de los problemas que teníamos era que vivíamos en un cuarto piso y me acuerdo que no nos cogían las bicis casi en el ascensor. Tuve un montón de bicis pero ninguna como aquella con cambio manual en el manillar, que fueron de las primeras que salieron. Y así pasaron los años y las bicicletas duraron lo que tenían que durar, de ellas hemos disfrutado todo lo que Dios no sabe. Estaba todo el día dándole que te pego a los pedales, iba a algún sitio y me llevaba la bicicleta siempre a cuestas, iba a por el pan y ya era una excusa para montar en la bici. Si había que cambiarle algo a la bici que fuera porque se estropeara, lo hacía yo, como cambiarle una rueda, ajustar el cambio, echarle grasa a la cadena…. Y estos fueron alguno de los momentos más felices de mi vida ".
A." Lo mejor que yo hice en mi vida: Estaba yo en la ciudad de Maguncia, que está en Alemania. Hice una excursión en bicicleta en dirección a Wiesbaden, a 100 kilómetros de ahí. Me metí en una foresta, en intrincados caminos y he allí que me encontré con un hombre mayor con sus dos hijitos y dos jóvenes más alrededor de una hoguera, a orillas del Rhin, asando salchichas frankfurt. Fui invitada a comer. Después de un rato quise marcharme de nuevo y el señor me pidió que llevara al niño detrás de mi asiento a la dirección de Maguncia, que el chico me explicaba. Así lo hice. Aún había claridad. Volví, decidí volver al citado lugar y lo encontré. De repente se hizo la oscuridad. En el centro de la playita la hoguera seguía pero en forma de brasas y no había vida alguna, las personas se habían ido. Un hondo temor nació en mi interior. Me quedé pasmada ante la plena oscuridad. Pedaleé con fuerza y miedo hasta llegar a mi destino en Maguncia ".
J.H.P." Era el mediodía de la salida de clases de la ESO yo iba con mi uniforme y mochila/maleta a las espaldas, caminando casi hasta la puerta principal del colegio, allí donde las guaguas o bus esperaban al alumnado en sus diferentes rutas para llevarlos a su destino más apropiado: sus casas. De esto hace siete años y yo esperando allí donde las guaguas, de pronto aparece mi hermana y bueno tomó asiento en el coche, le doy dos besos y partimos nosotros también a casa pero en coche. Durante el trayecto mi hermana me da una sorpresa muy grande, la verdad, estaba embarazada. Me empieza a contar ya que yo no cesaba de tanto interrogatorio y me dice que está en estado, me quedé impresionado, porque no sabía como iban a reaccionar mis padres aunque consta que mi hermana ya se lo había dicho a mamá. Esto fue un regalo muy gratificante para la familia a día de hoy. Natalia, mi sobrina, tiene siete añitos, es una estudiante formidable, y por último, una cosa que se sabe con premonición es el cariño que le tenemos ".
M.R. " Me gustaría poder contarte una aventura fascinante, que pueda asombrarte. Como por ejemplo… podría contar cómo tirarme en paracaídas, podría contar cómo ir en un coche a 240 kilómetros por hora. Pero si miro en mi interior, lo que me gustaría, lo que sería verdaderamente fascinante es conocer a una bella mujer que sienta lo mismo que yo e ir a pasear, descansar a una tierra, a un prado, descansando viendo las nubes y siempre estaríamos el uno con el otro. Seríamos como una fuente de energía. Siempre el uno con el otro y cada fin de año, pasarlo en un barco, donde haya música, luces de colores y baile hasta el amanecer. Así es el amor ".
C." En un mundo idóneo esta historia sería realidad pues Dios tendría más poder pero no creo en una realidad y no lo utilizamos para hacer daño, en que Dios existe, pero no se manifiesta de esa manera. Desde siempre quise ser bruja, me encantaba ver la TV todas las pócimas de ellas y a los 7 años ocurrió en mi mente, estando en clase de 1º de EGB, mi cerebro se concentró de tal manera que enseguida supe intuitivamente traspasar lo que pensaba y como utilizar ese poder. Todas las niñas estaban alborotando en clase menos yo. Entonces le dije con mi mente como si pensara ella y salió de su boca “Karen es la única que se está portando bien, le voy a dar una revista”. Total que fue en milésimas de segundo y no se me ocurrió nada más. Al día siguiente no quise ir a clase preocupada por la telepatía y pensé “tengo que recompensar a la profesora”. Le dije a mi madre que me sentía mal y que hoy no iba a clase y le dije “todas las niñas le han dado un regalo a la profesora y yo no”; compré un regalo y se lo entregué a la profesora. En un montón de años no pensé nunca en lo ocurrido, pensaba que tenía un don pero un don tramposo y que no iba a empezar a hacer daño a nadie, por eso lo olvidé, para no hacer daño ni aprovecharme de nadie pues yo no soy superficial. Creo que estos poderes son utilizados por gente mala y como dije al principio, sería realidad en un mundo idóneo y que fuese Dios quien se representara así ".
N.E." La mejor etapa de mi vida fue cuando era adolescente, podía ir a todos sitios. Mi hermana A. era buena, hasta que conoció a mi cuñado, empezó a pegarme siempre por el oído, me marché de casa de mis abuelos. Empecé a vivir fui a La Laguna a un colegio de monjas donde tenía mi libertad, estuve estudiando en el instituto mixto de La Laguna, ahí estuve hasta 3º de BUP, terminando los estudios, fui buscando trabajo y me encontré en un bar un hombre llamado Juan, él me dio trabajo en la cocina, se enamoró de mi, yo tenía apenas diecisiete años, me enseñó a cocinar, era un bar donde había muchas personas. Fue mi primer amor, íbamos después de cocinar a muchos sitios. Lo dejé porque me enteré que tenía mujer e hijos. Después conseguí trabajo en una casa. Fuimos de vacaciones a Bajamar. En las fiestas conocí a Jesús, con él fui muy feliz. Me casé con él por la Iglesia, apenas pesaba 45 kilos, después tuve a mis hijos. Lo más feliz ".
Textos escritos por los participantes en el taller del blog, personas ingresadas en nuestras unidades, diagnosticadas de esquizofrenia.