Algún día seremos médicos, piensan los albos estudiantes. Con la espada seráfica y el poder de decidir sobre las vidas de los demás.
Alguna vez casi tendremos alas, flotaremos sobre el mundo, contemplándolo desde arriba cual ángeles.
Algún día no estaremos preocupados por que comer, por que vestir. El trabajo será mucho, y no nos daremos abasto. Habrá dinero, cosas. Formas mejores de eso que la sociedad de consumo llama "vivir".
No habrá cansancio ni notas pendientes, no habrá guardias, tampoco distancias que consuman horas para estar junto a quienes nos esperan. Habrá un auto nuevo esperando limpiecito, oloroso, tanque lleno. Que nos lleve a donde sea.
Algún día habrá que no dependa de mi escuálido sueldo para vivir al menos hasta fin de mes, que el consultorio este lleno, que todo el mundo agradezca, se cure, sea feliz. Que se acuerden de mi. Que entiendan que soy bien buena gente, pero también necesito dinero.
Alguna vez dejaré de sentir una profunda rabia por todos los días y noches seguidas, eternas, repetidas, que pasé en un hospital viendo como la vida transcurría apresurada a mi lado. Algún dia comeré completo y sin prisa algo que me guste, y no lo que haya. Tendré tiempo, tendré con que. No habrá nadie que me diga que me quede, que de al traste con mis planes de tener un poquito de tiempo para mi. Dejarán de dolerme las ausencias propias y las ya perdidas. Dejarán de salirme lagrimas de dolor cada vez que lo recuerde. Será un tiempo mejor.
Solo espero que alguien me espere para entonces. Cuando no haya mas despedidas ni nuncas.