Hoy he utilizado dos variedades para elaborar una salsa deliciosa; el curado y el semi-curado artesano, que combinan a la perfección y cuyo resultado es una salsa suave y cremosa con un toque intenso al final.
Para las alitas, he utilizado un sazonador de Ducros, que todos los días veía en el mostrador de la carnicería y que tenía muchas ganas de probar. Una mezcla de especias (tomate en polvo,ajo, cebolla,azúcar, albahaca, pimienta negra, tomillo, perejil, pimentón...) el sobre incluye una bolsa plástica que puede ser utilizada en el horno o el microondas y así evitar manchar las paredes con salpicaduras. Yo no la utilicé, la guardo para otra ocasión..
Así, con estos dos ingredientes novedosos en mi cocina, me dispuse a preparar unas alitas sencillas para chuparse los dedos...y nunca mejor dicho, porque para este plato no son necesarios cubiertos !
ALITAS DE POLLO CON SALSA DE QUESO MAHÓN
Ingrs. para 2 personas
12 alitas de pollo1 sobre de sazonador Ducros "Pollo al Ajo"1 chorrito de aceite de oliva virgen extra
para la salsa de queso:
50 grs. de queso semi-curado artesano Mahón-Menorca50 grs. de queso curado Mahón-Menorca125 ml. de nata para cocinar una pizca de pimienta negramedia cebolla rallada muy fina1 cucharadita de aceite de oliva virgen extra
Las alitas debemos lavarlas y desplumarlas bien si tienen algún resto. Como antiguamente se podían quemar los pelillos con el fuego de la cocina y ahora practicamente todas las casas tienen vitrocerámica, yo utilizo mi soplete de cocina para estos menesteres...
Una vez bien escurridas, les puse el sazonador por encima y revolví bien para que se impregnasen de todo el sabor. Las coloqué en una fuente resistente al horno y les puse un chorrito de aceite de oliva por encima. Nada más. Reservé unos minutos.
Luego las introduje a horno precalentado a 190º C durante unos 25 minutos con calor arriba y abajo con ventilador. Mi horno dispone de una función "horno de leña" que para este tipo de plato va muy bien.
Mientras las alitas se doraban en el horno, preparé la salsa de queso.
Rallé los dos tipos de queso con un rallador grueso.
En un cazo, puse el aceite y la cebolla rallada muy fina y la cociné unos 5 minutos.
Añadí la nata y a continuación los dos tipos de quesos. Revolví con unas varillas hasta que tuvo la consistencia adecuada.
Le puse una pizca de pimienta negra, pero esto ya va en gustos. A mí me encanta el toque que le da la pimienta a las salsas de queso. No le puse nada de sal, el queso ya le aporta sabor suficiente.
Una vez bien doraditas las alitas, las serví acompañadas de la salsa y de unas hojitas de lechuga.
Texto y fotografías: Pilar Martínez
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