Si hablas antes con ellos, te van a buscar al puerto y al aeropuerto. La dueña es de lo más amable, desde el primer momento te ayuda con todo, te da información de la isla, mapas, te cuenta donde ir y qué ver. Cuando marchamos nos regaló una botellita de licor como recuerdo de nuestra estancia. También te acercan hasta el puerto o el aeropuerto el día que te vas. Vamos, que la relación calidad-precio es buena.
Página oficial del alojamiento: Irene II