Alto a la nostalgia.

Nostalgia, del griego nóstos (regreso) y álgos (dolor), es una palabra muy familiar para mí, y -al tiempo- un término con el que no simpatizo en absoluto. Con la gonalgia tampoco, pero eso me lo miran pronto, en mes y medio… Me explico (sobre lo primero):

Convivo con un nostálgico. Él afirma que no es porque sienta ese «anhelo por un momento, situación o acontecimiento pasado» que asegura la Wikipedia, sino porque le gusta recordar viejos tiempos, viejas películas, viejas músicas, y viejo todo, y me pregunta si no habrá un vocablo por ahí -perdido- que signifique ese amor por el ayer, sin pena o sufrimiento por su actual inexistencia. Yo le digo que no. Y ya estaría.

Pero igual da, que da lo mismo: él vive en su pasado, y yo me someto más de lo que me gustaría a esos regresos sin futuro, que tanto huelen a pachuli y brillantina. Y a veces es una la que siente nostalgia de un presente y un porvenir que se resisten, los muy ladrones. Es complicado, lo sé, pero con ayuda de las siguientes citas explicaré mejor mi animadversión a la melancolía, que soy exescritora, y pervivo con las técnicas comatosas… 

-«La nostalgia, como siempre, había borrado los malos recuerdos y magnificado los buenos». (Gabriel García Márquez)

-«Es nostalgia. Es como una droga. Impide que veas las cosas de la forma que están». (Jon Bernthal)

-«¿Qué tenéis en contra de la nostalgia, eh? Es la única distracción posible para quien no cree en el futuro». (La gran belleza)

-«La nostalgia hacia el pasado no es más que el reconocimiento de las carencias de nuestra vida actual». (Nicholas Wells)

-«Uno vuelve siempre a los viejos sitios donde amó la vida». (Chabela Vargas) 

Suficiente para dar el Alto a la palabrita del dolor, ¿verdad? Pues eso: presente y futuro quiero; actualidad, proyectos sin marcha atrás, sueños tangibles y vida fresca, con olor a nuevo. Los retrovisores, para los coches, y viejo, el queso…

P.S.: «Los recuerdos son el pasado, cuando queda tanto por andar»… (Karina dixit).

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