Es claramente insuficiente, pues no fija plazos ni una verdadera intención de abandonar las armas. Pretende con él lograr algo de oxígeno y tiempo para una salida viable en el terreno político después de encontrarse acorralada y más debilitada que nunca. Y ante eso, entiendo el escepticismo del gobierno y los partidos, pues no deben abrir la mano ante un anuncio en el que se ha ‘mojado’ tan poco la banda. Han engañado en muchas ocasiones y esta puede ser otra.
Sin embargo, me siento optimista puesto que esa banda fuerte, con un respaldo más o menos importante de antaño, hoy no existe. Ésta es una declaración de debilidad y como tal habría que verlo. El anuncio de ayer puede ser el primer paso para lograr, de una vez por todas, la paz en el País Vasco y en España. Ahora les toca a ellos dar el siguiente paso: abandonar las armas. Sin eso, no puede haber diálogo… ni nada.
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