TÍTULO ORIGINAL: Amadeus
AÑO: 1984
DURACIÓN: 158 min.
PAÍS: Estados Unidos
DIRECTOR: Milos Forman
GUIÓN: Peter Shaffer (Obra: Peter Shaffer)
MÚSICA: W.A. Mozart
FOTOGRAFÍA: Miroslav Ondricek
REPARTO: Tom Hulce, F. Murray Abraham, Elizabeth Berridge, Simon Callow, Roy Dotrice, Christine Ebersole, Jeffrey Jones, Charles Kay, Richard Frank, Cynthia Nixon, Vincent Schiavelli, Kenneth McMillan, Kenny Baker
PRODUCTORA: The Saul Zaentz Company / Orion Pictures
Antonio Salieri es el músico más destacado de la corte del Emperador José II de Austria. Entregado completamente a la música, le promete a Dios humildad y castidad si, a cambio, conserva sus extraordinarias dotes musicales. Pero, después de la llegada a la corte de un joven llamado , Salieri queda relegado a un segundo plano. Enfurecido por la pérdida de protagonismo, hará todo lo posible para arruinar la carrera del músico de Salzburgo. Mientras tanto, Mozart, ajeno a las maquinaciones de Salieri, sorprende a todos con su genialidad como músico, pero también con sus excentricidades.
Amadeus es una adaptación libre de la obra de teatro escrita por Peter Shaffer en 1979. Milos Forman, el director del film, detestaba las obras biográficas de músicos, las encontraba tremendamente aburridas. Aún así, acudió a Brodway en la fecha de su estreno. Tras el primer acto, éste se acercó a Shaffer y le dijo, "si el segundo acto es tan bueno como el primero, haré la película". Después la cosa fluyo, uniendo talento y fuerzas escribieron el guión, aunque se encuentra firmado únicamente por Shaffer, fue realizado por ambos.
Lo cierto es que Forman, cuando estrenó Man on the Moon con Jim Carrey en 1999. De entonces hasta ahora, no ha hecho demasiada cosa, solamente ha realizado tres películas y poco notorias. Se podría decir, que se encuentra semi retirado como cineasta.
Sin embargo, dos de sus films; Alguien voló sobre el vido del cuco, y la presente, Amadeus. Le valieron, sobradamente, al director checoslovaco, varias nominaciones a los Oscars. De las cuales, se alzó con 5 estatuillas de 9, en la película protagonizada por Jack Nicholson. Y 8 de 11, en la propiamente dicha, Amadeus.
En la película, hay dos grandes diferencias con respecto a la obra de teatro. La primera es que ésta, si contiene banda sonora, mientras que la pieza de teatro, carece de ella. Y la otra, es que en el film, Salieri, narra los acontecimientos pasados a un sacerdote, en la obra de teatro se dirigía directamente al público.
Forman reparte de forma equitativa, el correcto y nada desorbitado presupuesto de 18 millones de dólares. Hoy día se considera una cifra paupérrima, teniendo en cuenta los desorbitados presupuestos que se manejan en la gran mayoría de producciones. Sin embargo creo qué, en 1984, era una cantidad que se movía, más bien, en términos medios.
El film nos muestra las excentricidades del músico dentro de la alta sociedad, contraste cuanto menos curioso y divertido. Ver como las propias necedades y desfases, se le permiten como a un niño malcriad. Pero las pijadas de la clase alta, priman casi por encima de un severo castigo. Una sociedad aristócrata que sigue encargando piezas al excéntrico compositor, sin darle en demasía importancia a su mala educación y soberbio comportamiento.
La pasión de Mozart por la 'juerga' es desmesurada, si lo comparamos con su talento a la hora de componer. Después de la música, algo sumamente fácil para él, el alcohol y las mujeres son su segunda gran devoción. Un mal camino que le lleva a la precariedad y el endeudamiento económico, a pesar de trabajar para la corte. Claro qué, el talento que posee el compositor, le permite dedicar más tiempo a lo segundo. El resultado, es una vida abocada al fracaso social-económico de él y su mujer.
El film recreado por Forman tiene una estética muy bien conseguida, comenzando por las vestimentas de todos los actores, incluyendo extras y figurantes, y terminando por todos los escenarios. La sensación que aporta al espectador es tremendamente efectiva. Haciéndonos sentir en todo momento en pleno siglo XVIII. Una gran labor, a la que hay que sumar la estupenda fotografía, tonos cálidos en interiores, y frios en exteriores, creando una sensación distante que refleja la pobreza y la sociedad de clase baja con acierto. Si bien, no se centra en una parte crítica para con, las clases sociales, se tantea de forma sutil.
Hay que advertir que la rivalidad, entre Salieri y Mozart, representada, tanto en la obra teatral, como en la película, es una mera licencia, qué dota al film del ritmo y dramatismo necesario para acaparar la atención del espectador.
Dicha rivalidad se basa en conjeturas alrededor de su pronta y repentina muerte, aunque se sabe que Mozart padecía varias enfermedades, no se pudo hacer autopsia, y su fallecimiento a quedado bajo un aura de cierto misterio. Llegando a especular sobre que, el propio Salieri envenenó al compositor austríaco, al ver su música vertida a la nada. Mientras que la de Mozart ganaba popularidad entre la alta sociedad. Pero no se ha demostrado con hechos históricos, que entre ambos compositores, existiera tal envidia u rivalidad, al menos no de la manera que se retrata la película.
El reparto de actores es excelente, Tom Hulce encarna a la perfección al personaje infantil y engreído que era Mozart (o se supone que era) en la vida real. Con sus irreverencias, falta de cordialidad, tics, excentricidades varias y su llamativa y peculiar forma de reír, el actor demuestra su gran talento para llevar a cabo papeles tan vulgares.
Sin entrar en comparaciones interpretativas, ni físicas, me ha recordado al difunto Heath Ledger. Aunque después del éxito cosechado en la película, Hulce no ha obtenido al mismo reconocimiento a lo largo de su carrera, que Ledger tuvo en vida e incluso en la muerte. Ya que su interpretación de Joker en El caballero oscuro de Christopher Nolan, penúltimo papel ofrecido por actor australiano qué será recordado como algo sublime. Para su desgracia y la nuestra, hemos perdido su preciado talento interpretativo.
Volviendo a hablar de Tom Hulce, considero que ha sido un actor venido a menos con los años. Ha participado en papeles menores u secundarios, como en Frankenstein de Mary Shelley, dirigida por Kenneth Brannagh. O su última aparición en la nefasta, Jumper, de Doug Ligman. Creo que en algún momento de su carrera, su propio personaje de Amadeus Mozart, le absorbió a él.
En el papel de Salieri tenemos a F. Murray Abraham. Un papel que le va al actor, como anillo al dedo. Sus peculiares y abruptas facciones hacen gran parte del trabajo interpretativo que requiere su personaje.
Mientras que Hulce demuestra sus dotes interpretativas con ayuda de sus diálogos, el de Murray se sustenta sobradamente con los silencios, sus perturbadoras miradas de odio consiguen más que cualquier frase dicha por él o cualquier otro actor de la película.
Tras el éxito del film, Murray tampoco es que haya nadado en el estrellato, ha interpretado papeles secundarios en Mimic o 13 Fantasmas, pero nada más destacable que Scarface dirigida por Brian de Palma en la que participaría junto a Al Pacino un año antes. Por lo menos él, sigue activo, mientras que a Hulce ya no le vemos el pelo desde 2008.
En papeles algo menores e importantes tenemos a Constanze Mozart, la esposa, y Leopold Mozart, el padre. Interpretados por Elizabeth Berridge (Oceanos de Fuego) y Roy Dotrice, respectivamente. Dotrice ha terminado haciendo muchas series para televisión. Apariciones tan pintorescas y curiosas, como en El Equipo A, Babylon 5 o Juego de Tronos. Incluso ha llegado a aparecer en Hellboy II de Guillermo del Toro.
La banda sonora forma parte del legado dejado por el propio compositor. Creo que la elección de los temas es, algo más que acertada. Sin conocer el trabajo del compositor, las piezas elegidas por Forman, son las más angulares en la discografía del estridente compositor austriaco. Un film tremendamente dinámico, divertido y dramático, sin caer en la lagrima, más bien lo contrario.
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Machete
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