Mi ropa deslizábase en el suelo
Como se caen las hojas de otoño,
De puro fuego, mantón de madroños
Ardió de amor, sin paz y sin consuelo.
Tu deseo hurgó en la piel del mío,
El beso voló del valle al volcán,
Por el borde de qué abismo andarán
Mi vértigo caliente y tu rocío.?
De los extremos, desde un cuerpo al otro,
El indómito cabalgar del potro
Salvaje del corazón, abrió la flor.
El néctar rojo del beso gitano
Rodó en el muslo desafiando arcanos,
Y donde ansiaba quedarse, quedó.