¿Se puede amar la despedida, la visión borrosa de un ayer?
Mentira la mentira.
No sé cómo entretejer la verdad
en una manta que no necesitarás en el invierno,
pues es de un calor profano.
Herejía del cuerpo tuyo
lleno de lluvia, sexo y tempestad
de difícil noche
y aún más osado amancer
Los pasos que te ubican
las ganas de llorar
Ya sé que no estarás mañana
los lunes siempre dicen la verdad,
en días convertiste tus deseos
tus ansias
en tembloroso despertar.
No estarás mañana,
Y no sé cómo llamar
Y amo la despedida, la visión borrosa del ayer
y me contesto
y me sustento
y no me puedo callar.
No estarás mañana
no estarás
risa cómplice del destino
que se burla
de la muerte y de mi edad.
Rubén Callejas