amor animal es una cosa semejante a la devoción absoluta, suena enfermo como humano. Me gustan los gatos por eso, son más dueños de si mismos y tienen su peculiar forma de mostrar cariño no tan fácil de leer como con los perros. Mis gatos me han enseñado a ser respetuosa y paciente. Y en el estudio, donde no hay ventana ni luz natural, señor Iggy se me coloca incómodo prefiriendo mi regazo a la luz natural que baña el sillón de la sala, mientras termino las ilustraciones pendientes. Le acaricio debajo del collar que es donde mas le gusta, gracias por tu compañía gatito.