Revista Literatura

Amor culpable.Capítulo 4

Publicado el 30 enero 2017 por Daniela
Amor culpable.Capítulo 4
Capítulo 4

Luján entraba corriendo a la casa de Evelyn para disfrutar de una hermosa tarde de verano con sus amigos y los niños.El ama de llaves la hizo pasar al jardín y allí se detuvo en seco al ver a Genaro con su hija.La pequeña pareció advertir su presencia y la miró a los ojos con una enorme sonrisa.La niña parecía un hada con esos cabellos rojos y corrió hacía ella con Alejo y el pequeño Nahuel.
―Tía ¿Ya conoces a Luz? Es la hija del tío Genaro ―explicó Alejo.
―Hola Luz.Soy Luján ―dijo arrodillándose para saludarla.
―Hola.Te pareces a mis muñecas Barbie que mi papi me regala ―dijo Luz acariciando su cabello.
Luján sonrió y respirando profundamente se dirigió a la mesa donde estaban Evelyn,Adrian y Genaro.
Después de saludarse con sus amigos saludó a Genaro.
―Hola ―dijo secamente.
―Hola Luján.
―¿No es hermosa Luz? ―dijo Evelyn tratando de que se descomprimiera el aire.
―Si es una niña preciosa ―dijo con voz suave Luján.
Evelyn estaba muy feliz y enamorada.Bromeaba con su marido y Genaro mientras servía unos bocadillos y bebidas.Luján aceptó un vaso de jugo de frutas que tanto le gustaba pero no le sabía a nada.
―Y es muy decidida ―dijo orgulloso Genaro―. Alejo y ella ya son novios ―dijo riendo.
―Sin duda Alejo tiene tan buen gusto como su padre ―dijo Adrian bromeando.
―Ustedes bromeen pero ya le mandaron una foto a Milagros y está planeando la boda ―dijo Evelyn aguantando la risa.
Luján los miraba sin creer lo que veía ¿Dónde diablos había quedado la venganza de Milagros? No podía aguantarlo y se levantó para sorpresa de todos.
―Lo siento pero tengo que irme ―dijo y salió casi corriendo.
Ya en la puerta a punto de entrar en su auto Genaro la alcanzó.
―¿Qué haces? ―preguntó ella cuando la agarro del brazo.
―No puedes manejar así Luján ―explicó él.
―No me pasa nada.No sé de qué hablas así que por favor déjame irme de una vez.
―No, así no te vas a ningún lado ―insistió él.
―¿No puedes dejarme en paz? ―gritó ella.
―Tuviste dos años de paz ¿No? Ahora es momento de que aclaremos muchas cosas entre nosotros.
Luján contenía las lágrimas y no era fácil.Tampoco era fácil estar tan cerca de él y sentir su calor, su aroma…
―Aquí no.Si vamos a hablar de algo será mejor que dejemos a los demás fuera y menos con tú hija en medio.
―Luz vino para pasar la noche con sus tíos ―dijo él.
―No sabía que tenían una relación tan estrecha― dijo queriendo cambiar de tema.
―No se conocen desde hace mucho pero Luz se encariña muy rápido.
Sin decir nada tomó las llaves del auto y subieron en silencio.
―Vamos a hablar Luján y aclararemos nuestra situación de una vez por todas.
―¿ A dónde vamos? ―preguntó con voz queda.
―A mi casa ―dijo simplemente él en un tono que no admitía dudas.
Luján seguía mirando el camino cuando una lluvia copiosa empezó a caer.Maldita Buenos Aires y su loco clima.Odiaba la lluvía siempre le hacía recordar a Genaro y una vez como muchas en que hicieron el amor ….
―¿Lo estás recordando? ―preguntó él mirándola por unos segundos antes de volver a mirar el camino.
Ella no podía hablar y siguió mirando la lluvia mientras se dirigían a su casa, al dolor, al pasado y al futuro aunque no fuera con él.

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