Amor culpable.Capítulo 6

Publicado el 12 febrero 2017 por Daniela

  Capítulo 6
Luján dejó de pensar y fue arrastrada por miles de sentimientos mientras subía a la habitación de Genaro.Todo era increíble y nada existía más que el hombre que la hacía suya con casa beso.
―¿Estás segura? ―dijo Genaro mirándola a los ojos con duda en ellos.
Ella asintió con la cabeza ya incapaz de articular palabras.Genaro no necesitaba oír nada por el momento.Estar con ella era una especie de milagro y no iba a desaprovecharlo.Dos años atrás cuando entró de nuevo en su vida la lucha por la tenencia de su hija le había impedido acercarse a Luján pero ahora las cosas eran distintas.Tenía todo el tiempo del mundo para explicarle el porqué de su silencio ocultándole que era casado y que su esposa estaba en coma.No quería recordar esos momentos cuando recibió la noticia del accidente y el embarazo de su mujer.Luego la supuesta traición de Luján y sus amigas.Demasiado dolor.Maldiciendo se apartó bruscamente de ella.
―Lo siento pero no puedo seguir ―dijo sentándose en la cama con las manos en la cabeza.
Luján lo miraba sin dar crédito a lo que oía.La estaba rechazando.
―Vete al infierno ―gritó saliendo de la habitación.
Genaro corrió a buscarla y la alcanzó en las escaleras.Ella forcejeó pero él la alzó en vilo y la llevó de nuevo a la habitación.Una vez dentro la bajó para sentarla en la cama.
―¿Estás loco Genaro? ―preguntó ella sin creer lo que estaba sucediendo―.Me evitas por dos años y ahora…
―Sé que no entiendes nada pero antes de que hagamos el amor tienes que saber la verdad.Después tú decides si quedarte o irte ―dijo él.
Genaro se arrodilló frente a ella y comenzó a hablar.
―Cuando nos conocimos hacía unos meses que mi esposa estaba en coma.Nos habíamos separado y pasaron siete meses sin vernos.Cuando me llamaron de la clínica me entere de que estaba embarazada y por supuesto el bebé no era mío.Como su esposo la responsabilidad legal era mía.No sabía qué hacer.
―Genaro no es necesario que sigas ―dijo ella.
―Tienes que entender.Yo me consideraba un hombre libre ya que los trámites de divorcio seguían su curso pero sabes que los papeles siguen un camino lento en Argentina.
―¿Cómo se llamaba tú esposa? ―preguntó ella.
―Luz como mi hija.Por aquel entonces luchaba contra la rabia de su engaño, el dolor de sus padres y de mis padres.Mi único refugio eras tú y no dude en tomarlo cuando llegaste a mi vida.Sé que estuvo mal y si pudiera volver el tiempo atrás no haría las cosas del mismo modo.
―¿Qué cambiaría? ―preguntó ella.
― Me casé con luz enamorado pero luego de tres años de matrimonio ella se sentía aburrida de mi vida de abogado.Acordamos divorciarnos pero jamás sospeche que hubiese tenido amantes.Yo le fui fiel siempre. Esperaría a ser un hombre divorciado para cortejarte.
Luján cerró los ojos ante sus palabras.Si algo no podía negar era ese aire de caballero andante que tenía Genaro.Como si fuera mucho más mayor que los treinta y cinco años que poseía.Un hombre de otro tiempo.
―Luz se encontraba en coma y los doctores me dijeron que era irreversible pero que podíamos salvar la vida del bebé manteniéndola con vida a ella.
― ¿Cuántos meses de embarazo tenía? ―preguntó ella sin pensar.
―Casi seis meses por lo que era un milagro que siguiera con vida después del accidente.Luz vivió hasta el octavo mes y al deteriorarse su estado tuvieron que hacerle una cesárea de urgencia.Mi pequeña hija estuvo varios días en la incubadora.Fueron esas dos semanas que pedí licencia ¿Recuerdas?
―Sí y unas semanas después nos echaron de Inversiones del sur ―dijo ella con lágrimas en los ojos.
―Había enterrado a mi esposa y consolado a sus padres.Al mismo tempo cuidaba de mi hija.La amé desde el mismo momento en que la vida luchando por su vida en la incubadora.Cuando Juan nos enseñó las pruebas de la traición de ustedes me sentí morir.Completamente pérdido me cegué por todo lo sucedido.Te amaba y me habías traicionado.
―Nunca me dijiste que me amabas―dijo ella secando sus lágrimas.
―No puedo asegurarte si lo sabía o no.Hoy tengo la certeza de que ya en aquel entonces te amaba.Todo salió mal y te deje ir sin poder explicarte nada.
―Fue horrible enterarme de que eras casado.Parecía que todo el mundo lo sabía menos yo.A veces me pregunto cómo pude ser tan ingenua― dijo ella
―No eras ingenua.Todos sabían que había iniciado los trámites del divorcio.Además nadie estaba enterado de nuestra relación.Después todo fue un caos.Pasaron muchas cosas en la empresa y ninguno de los tres fuimos los mismos y decidimos no hablar jamás de ustedes ―dijo él.
―Y volvimos cinco años después ―sentenció ella.
―Si.Volvieron para vengarse pero las cosas no son tan fáciles.Todos fuimos engañados por Melisa y ahora tenemos la oportunidad de ser felices.
―No es fácil olvidar ―dijo ella.
―No estoy pidiéndote que olvides solo que trates de entenderme.Llevo siete años sufriendo y creeme que si supiera aquí ―dijo colocando su mano en el corazón―, que podría amar a otra mujer y hacerla feliz ya me habría alejado de ti.Ya no soy solo yo, ahora tengo que pensar en mi hija.
―Te alejaste desde que llegamos.No insististe mucho que digamos ―dijo ella casi sin voz.
―Mi vida volvía a ser un caos de nuevo.El verdadero padre de Luz hizo su aparición después de cinco años sin aparecer y con eso se desató una tormenta.
―Quería la tenencia de Luz ―dijo ella.
―Sí pero además los padres de mi esposa no sabían que ella me engañaba.Fue un infierno hablar con ellos y mis padres.Nadie podía creer la verdad pero había salido todo a la luz.
―¿Qué sucedió entonces?
―El tipo era un vividor no quería a su hija pero como Luz provenía de una familia rica no daba el brazo a torcer.Quería la custodia para asegurarse la herencia de la niña y la de sus abuelos.Milagros y Ariel me estaban ayudando con los temas legales.Me iban a quitar a mi hija cuando el destino intervino y ese desgraciado murió en un accidente de tránsito.Al parecer iba alcoholizado.Mi martirio había terminado y los abuelos de Luz me cedieron la custodia.
Luján vio como los ojos de Genaro se llenaron de lágrimas al finalizar su relato.Se miraron y lo abrazó sin pensar en nada más.