Amor culpable.Capítulo 8

Publicado el 20 febrero 2017 por Daniela

Capítulo 8
Leandro estaba preocupado por Luján.Miraba sin mirar a través de la ventana de la mansión de su novio.
―¿En qué piensas? ―preguntó Nahuel.
―Luján no contesta mis mensajes ni mis llamadas desde ayer a la mañana.
―Vamos a buscarla a su casa ―dijo Nahuel.
―Sospecho que está con Genaro ―dijo sonriendo.
―Merece ser feliz y aunque no lo conozco a él supongo que si ella lo sigue queriendo a pesar de todo algo debe tener de bueno.
―Ella está muy herida, tú leíste el informe no es que él este mejor y en el medio está una niña ―dijo Leandro suspirando.
―Hey no te preocupes ―dijo acariciando su mejilla―.Vamos a buscarla.
Leandro asintió y salieron a buscar a su amiga.Luján merecía ser feliz con el hombre que amaba.
Luján se despertó al sentir los brazos de Genaro en su cintura.No quería pensar.No quería darse vuelta y rechazarlo como debería hacer.Los planes de venganza se habían ido al infierno una vez que tuvo a Genaro cerca.Así debía haberse sentido Evelyn cuando se encontró de nuevo con Adrian.
―¿Quieres que me haga el dormido para que puedas irte? ―preguntó Genaro en un susurro sensual.
Luján conocía muy bien ese tono.Sin poder evitarlo se dio vuelta y sus ojos se encontraron.
―No sé qué hacer ―admitió ella.
―¿Qué tenías planeado? ―volvió a preguntar.
―Venganza ―simplemente dijo.
―Venganza ―repitió Genaro―.Nada te impide vengarte de mí ¿Crees que no sé que me lo merezco?
―Hazme el amor de nuevo.Quiero olvidar todo como si estos siete años no fueran más que una pesadilla.
―Quiero lo mismo pero no es la solución.Nos merecemos más y tengo que pensar en mi hija.
Luján sintió de repente el rechazo de Genaro como dagas en su corazón.Enojada con si misma intento levantarse.
―No vas a irte a ningún lado.No vamos a actuar como adolecentes cuando ya somos adultos ―sentenció él.
―Quiero irme ―dijo furiosa.
―No sabes lo que quieres y aunque me tiente la idea de hacer el amor contigo de nuevo debemos levantarnos para ir al trabajo y recoger a Luz.Primero mira tú celular que te están enviando mensajes desde muy temprano.Luego vamos a ducharnos ―dijo levantándose y extendiendo la mano.
Todos los mensajes eran de Leandro y Nahuel.Se olvido por completo de avisarles que…¿Qué iba a decirles? Sus pobres amigos debían de estar muy preocupados.
―Pase la noche con Genaro.Más tarde nos ponemos al día.Disculpen por preocuparlos.Besos.
―Ahhhhh sabía que estabas con él.Vamos mujer que no se te escape el caballero andate.Suerte y hazte un tiempo para varias tazas de té y todos los sexies detalles jaja besos.

Dejó el celular en la cama y vió a Genaro en la puerta.Luján no tuvo fuerzas para negarse y aceptó la mano.El baño no era menos espectacular que el resto de la casa y hasta le parecía sensual ¿En qué demonios estaba pensando? Genaro tenía sus prioridades y hacerle el amor en la ducha no era una de ellas.O eso creía.
―¿Qué haces? ―apenas pudo decir cuando las manos de Genaro empezaron con suaves caricias.
―Me replantee la idea de hacerte el amor ―dijo sonriendo―.Mmm adoro tú piel, es tan suave.
Luján cerró los ojos y se dejó llevar por el placer y el amor que sentía hacía Genaro.No quería pensar.Sus planes de venganza se habían muerto cuando leyó el informe que Nahuel le había proporcionado ¿Cuánto había pasado de eso? Un par de horas. Estaba tan cansada de todo.No quería odiar ni sentirse sola en las noches pero tenía miedo.Un miedo tan grande al amor de Genaro.
Hicieron el amor de forma apasionada y los gemidos llenaron el aire.Casi sin darse cuenta se encontraba en la cama mientras él la secaba y le daba su ropa.Como una autómata se vistió evitando mirarlo pero minutos más tarde él salió impecable como siempre con un traje negro.
―Nada de pensar ―dijo besando su nariz―.Vamos que Luz me está esperando y tengo que llevarla al colegio.Luego nos vamos a la empresa.
Luján se dejo llevar y bajaron las escaleras ante la mirada curiosa del personal de la casa.Genaro les sonrió a todos feliz.
―No están acostumbrados a ver mujeres aquí ―dijo ella.
Genaro la miró y rozó sus labios despacio.
―Claro que no están acostumbrados.Ninguna mujer entró en esta casa.La compre pensando en ti.Solo para ti.Te amo ¿Entiendes? ―dijo él.
Ella asintió con ganas de llorar de alegría al escuchar que él la amaba.No sabía qué hacer y tenía muchas ganas de dejarse llevar por Genaro.
―No pienses en nada y menos en escapar porque no pase siete años de infierno para perderte de nuevo.Te dí dos años para pensar pero por lo visto no funcionó de nada.Sé que me investigaste y estoy seguro de que tus planes cambiaron cuando supiste que Luz no es mi hija.
―Yo…― balbuceó ella.
―Tú nada.Por primera vez en mi vida voy a ser egoísta y se siente bien,muy bien de hecho ―dijo sonriendo―.Quiero ser feliz contigo ¿No quieres lo mismo? ¿No me amas? ―preguntó sobre sus labios.
―Si ―dijo ella.
Sin poder evitarlo lo abrazó con fuerza para recibir sus besos.Al diablo con todo pensó y disfruto siendo besada por el hombre que amaba.