Para él fue un verano inolvidable, lleno de posibilidades futuras. Se presentó a su cita con sus esperanzas intactas.Ella, en cambio, más pragmática, también había disfrutado su compañía estival, pero era hora de volver a su ordenada vida en Alemania, sin llamadas, sin mails... sin más.– Estuvo bien mientras duró. – Chapurreó ella en su básico español. Fue su primer desencuentro y también sería el último. Él quedó allí, aturdido, con los ojos arrasados y un intenso dolor en el brazo derecho, viendo como Angela se alejaba entre los bañistas sin volver la vista atrás.
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