Cuando tienes experiencia propia vivida respecto a lo que es el amor en todas sus posibles facetas o por lo menos logras conocer varias facetas, llega un momento en que haces un alto y te detienes a pensar, definitivamente nos han vendido una idea tan errada del amor, la mayoría de las personas cuando nos lanzamos en ese camino exploratorio buscando lo que nos han pintado del amor, buscamos un prototipo que hemos estandarizado y que preconcebimos empezando con un cuerpo físico, que en muchas ocasiones solo es un personaje pintado con un pecho de tal forma y/o tamaño, una cola redonda y dura, un abdomen marcado, piernas torneadas y un rostro que si es mujer que sin maquillaje simplemente sea hermosa y si es hombre parezca un ángel con hermosos ojos, labios carnosos o delineados y así empezamos.
Definido el físico, nos adentramos en lo que queremos en una pareja, casi siempre lo único que deseamos es que esa persona nos convierta en su prioridad en muchas situaciones, frente a familia, amigos, compañeros, demuestre siempre su amor por nosotros, y que en la intimidad nos permita disfrutarnos al máximo.
Pero si ud cree que ha estado enamorado alguna vez en su vida, devuelva el casette y revise, cuando conoció a esa persona ud lo miró, lo observó detenidamente y concluyó que esa persona cumplía con todos los requisitos para tomar la decisión de iniciar una relación con él/ella?
Lo mas probable es que su respuesta sea un rotundo NO.
Cuando ud. conoció a esa persona, probablemente solo sintió comodidad en alguna conversación, o la confianza para decidir permitir o iniciar algún tipo de roce físico, que puede ir desde una mirada coqueta con la que obviamente no miramos a todo el mundo, un abrazo, un beso o yendo más directo un encuentro sexual.
Ahora bien, pensando en esa persona, quizás no cumpla ni con un 50% de nuestras expectativas preconcebidas de lo que queremos como pareja o compañer@ de vida, en el peor de los casos está lejos de lo que deseábamos en nuestras vidas.
Yo reflexionando al respecto, así como cuando a la gente le da por reflexionar en la madrugada de desvelo, he podido concluir que el amor no es un físico, no es una personalidad, ni siquiera es una persona. Para mi y basada en mi experiencia el amor es solo química, no importa el lugar donde se origine, o las circunstancias, o las personas, lo único que importa es esa magia que se crea alrededor de dos personas que convierte al más feo sap@ en un bello principe/sa a nuestros ojos, no importa si buscábamos a alguien alto y es bajo, o flaco y es gordo.
Superado este primer paso, nuestro organismo crea una necesidad cuando no estamos cerca de esa persona, y en este segundo paso y demostrado científicamente continua siendo química, que al igual que las drogas, hacen que al estar cerca de esa persona que no cumple con nuestras expectativas, se liberen una serie de sustancias que logran un estado de excitación deliciosa que nos permite disfrutar de la más tonta conversación por decir lo mínimo, y al no estar con esa persona nuestro cuerpo se resiente un poquito muy poco, que nos obliga a llamar, escribir, buscando encuentros que alivien esa abstinencia que ese proceso químico va creando.
Va surgiendo una compenetración que poco a poco ambos ceden de a poquitos para tener gustos, espacios, tiempos en común, ya no solo se hace el amor con sexo, una taza de café acompañado de miradas, risas y alguna conversación simple, básica o muy importante, se disfruta con deleite, ya los besos mas demostrativos no son en la boca o en la intimidad, un beso en la frente, en una mano, un hombro, un beso sorpresa en la cabeza con brazos en la cintura mientras abraza por detrás puede decir mas que uno apasionado en la boca con respiración entrecortada y todo lo que ese implica, un detalle puede ser solo una mirada cómplice o un abrazo, se crea un apego, empiezas a hacer planes a futuro y todo es maravilloso y perfecto, puedes llegar a pensar que esa relación era lo único que te hacía falta para ser completamente feliz.
No todo es perfecto, mi tiempo, mi tolerancia, mi estabilidad, mi honestidad, no es la misma que la suya. Aquí es donde se pone en juego todo, cuanto estoy dispuesta a recibir, a dar o a soportar por esa "felicidad" que me brinda esta relación. Algunos deciden tomar una posición pasiva, otros la posición imponente, o los más suertudos logran un equilibrio cediendo un poquito tu y otro poquito yo, hasta que dé un punto adecuado que permita a los dos disfrutar de esa relación.
En este último punto dije suertudos porque muy pocos logran tal equilibrio, ya que no es fácil ni está escrito como hacerlo de manera correcta, y es bastante exigente, ya que requiere esfuerzos para mantener viva la llama, sin perderse o desviarse del punto de equilibrio. Y sin embargo desear y mantenerme en tal equilibrio no me asegurará una pareja para toda la vida, siempre va a haber el riesgo que se acabe.
Dicho esto concluyo, el amor es química, se debe disfrutar mientras exista y nunca es sano forzar algo, por el contrario, podría derrumbar cualquier cosa que se hubiera construido.