Ella es Ana Pardo, y no se rinde, pese a su dolencia. Otros en su lugar estaríamos todo el día gimoteando tirados en la cama. Ella no, no es así como funciona, porque Ana, y Yoli, su hermana que siempre le apoya, son combatientes que batallan por la vida sin parar. Por eso luchan, con toda la energía y el valor de la que una persona es capaz.
Nosotros, sus vecinos de Avilés que a veces nos la encontramos en estar calles en nuestro caminar y su pelea diaria, queremos unirnos a ella en su batalla por la vida, codo a codo con Ana y Yoli, por ellas, por todos nosotros, por una vida libre de dolores y más plena. Y no sólo sus vecinos más cercanos, ésta es una batalla de todos, en todo lugar. Una batalla contra la enfermedad y el dolor, por la vida, tan intensa como debe vivirse.