Análisis del “Bóvedas de acero” de Isaac Asimov

Publicado el 05 noviembre 2012 por Ferranmunoz @ferran_munoz

Quería empezar un repaso a algunas obras literarias que he leído (sean de ciencia ficción o no) con un libro que hace años que me compré y que me permitió degustar las mieles de la ciencia ficción de la mano de uno de sus maestros: Isaac Asimov.

La portada que tenéis a la izquierda es del libro “Bóvedas de acero“, la primera novela de la denominada “Saga de los robots“. Se trata de una saga formada por 4 libros, empezando por este “Bóvedas de acero” y terminando por el libro “Robots e imperio“.

Sinopsis

Se trata de un excelente libro para todos aquellos que os iniciéis en el mundo de la literatura de ciencia ficción (Por lo menos a mi me funcionó). Pensad que nos encontraremos en el siglo 47, con una Tierra muy cambiada a la que nos imaginamos. Los habitantes del planeta Tierra viven en unas urbes llamadas Ciudades (nada que ver con las ciudades que tenemos actualmente) y estas, a su vez, están cubiertas por una bóveda que las protege de lo que denominan “el Exterior“. Por lo visto, esta bóveda protege a los humanos de los rayos solares y mantiene un clima constante, ya que se controla tanto la temperatura como la humedad.

Es curioso ver como a raíz de esta circunstancia, los humanos se han acostumbrado a vivir con esta calidad de vida y han desarrollado cierta agorafobia, con un temor terrible a todo lo relacionado con salir al exterior. Aquí vemos una paradoja muy interesante, ya que hay que decir que los humanos de la Tierra fueron los primeros en colonizar los denominados “Mundos exteriores“, una serie de 50 planetas cuyos habitantes son los Espaciales. Los Espaciales son los descendientes directos de los primeros colonizadores terrestres. Ahora bien, con el tiempo han sabido aprovechar mejor los recursos, han investigado más y tienen una cultura robótica mucho más avanzada que los terrícolas.

Ya que hablamos de robots, a la sociedad terrestre le cuesta convivir con robots, ya que no están cómodos con ellos. Y es en este escenario donde nos encontramos al protagonista de esta aventura: Elijah Baley. Baley es un detective que trabaja para la policía de Nueva York cuya simpatía hacia los robots es prácticamente nula. De hecho, lo vemos nada más empezar el libro, cuando un robot del departamento (R. Sammy) llama a Baley para que acuda a presencia de Julius Enderby, el supervisor del departamento de policía.

Si Baley esperaba un caso rutinario, la verdad que no lo será, ya que la tarea es peliaguda: se ha cometido un asesinato en el “Enclave Espacial” (un terreno anexo a la Ciudad y que está habitado por Espaciales) y él tiene que investigar el porqué del asesinato. Por cierto, cuando Baley se encuentra en una situación inesperada o algo no le sale como debería, utiliza el termino “Jehoshaphat“, una expresión que podría traducirse como “Por Dios” o “Madre mía”.

Para solucionar el entramado no hay muchas pistas, solamente las siguientes:

  • Esta claro que el asesinato no lo ha cometido ningún Espacial, ya que son pulcros y respetuosos con sus semejantes.
  • Un humano tampoco, ya que los humanos son deliberadamente inspeccionados y identificados cuando entran en el Enclave Espacial.
  • No se ha encontrado ningún arma en el lugar del crimen.
  • Las cámaras de seguridad no dan ninguna pista sobre lo que ocurrió en el lugar del crimen.

Para solucionar el caso le asignan un compañero, pero no un compañero cualquiera, sino que se trata del robot R. Daneel Olivaw. Daneel ese un robot de forma humaniforme (es decir, con forma humana) fabricado en Aurora; de hecho, la R. que tiene delante del nombre es para designar que se trata de un robot, aunque a simple vista pasa desapercibido, ya que es exactamente igual a un humano.

Esta circunstancia hará que Baley sienta cierta reticencia hacia Daneel y la convivencia será complicada al principio, ya que, como dije anteriormente, los humanos no tienen mucha empatía hacia los robots. Pero a pesar de todo y conforme se vaya desarrollando la aventura, Baley verá en Daneel como algo más que un compañero de investigación; es decir, incluso olvidará su naturaleza robótica y lo llegará a ver como un amigo, llegando a marcarle para toda la vida (como se verá en posteriores libros).

Análisis

A pesar de ser un libro de ciencia ficción, es un libro fácil de leer y que en una semana puede leerse (a ratos). Lo bueno que tiene es que engancha, cuando terminas un capitulo, quieres saber como continua la investigación y ver al final como termina el caso.