Iré al grano, Little Inferno es un juego de quemar cosas. Así, sin más. Antes se llevaban las peceras virtuales, ahora la moda es tener una chimenea interactiva. De los creadores del magnificus World of Goo, nos llega esta curiosa experiencia, ya que no sé hasta que punto se puede llamar “juego” a Little Inferno.
Durante toda la experiencia se nos pondrá a nuestra disposición distintos catálogos de juguetes cuya única razón de ser es acabar engullidos por las llamas. Con cada objeto o conjunto de ellos que hagamos arder recibiremos más dinero para comprar juguetes más sofisticados… que acabarán igualmente entre brasas. Cada objeto reacciona de forma diferente ante el fuego: algunos explotan, otros chillan, unos saltan y algunos hasta crean fenómenos atmosféricos. Ver cómo se combinan estos efectos y conseguir realizar todos los combos que propone el juego (algunos los sudaréis) te mantendrá pegado a tu chimenea virtual durante horas. El GamePad de WiiU parece el medio idóneo para disfrutar el juego, mientras que el stylus hace de “cerilla”, la pantalla del mando nos hará de ventana a la chimenea.
Pero Little Inferno no es sólo ver arder cosas, durante toda la experiencia iremos recibiendo cartas que nos dejan entrever un trasfondo mucho más profundo de lo que podía parecer en un principio. La crítica social está servida, Little Inferno hace una alegoría al consumismo desbocado y a la deshumanización de la población que culmina en un inesperado y emotivo final que da mucho que pensar.
Archivado en: Videojuegos Tagged: Análisis