Hoy es el día de Andalucía y quiero aprovechar el día de celebración para agradecer a esta tierra -como personificación de todos los que la hacen tan grande- el cariño, el apoyo y el ánimo que las personas que he tenido la suerte de conocer me han regalado, acogiéndome como uno más.
Me gusta mirar el estatuto de autonomía y echarle un ojo al artículo cinco, para leer con placer “…gozan de la condición política de andaluces o andaluzas los ciudadanos españoles que (…) tengan vecindad administrativa en cualquiera de los municipios de Andalucía.”. Sencillo. Asienta tu vida en Andalucía, y serás andaluz, porque Andalucía te calará la piel hasta arrebatarte los huesos.
El dicho castizo dice que la oveja es más de dónde pace que de dónde nace, y haciéndole todo el honor a este jirón de sabiduría popular sólo puedo decir que si en algún momento no puedo pacer más aire andaluz me declaré en huelga de hambre, para evitar que se me vaya de las pupilas el sol que bautiza la costa, el rumor cadencioso del mar de Alborán, o la alegría de vivir que se siente en cualquier calle.
Gracias Andalucía.
Viva Andalucía.
Y que bien lo cuenta Pablo Alborán