Otro punto importante es que la interfaz ha mejorado enormemente, y esto, para hacerlo más cómodo al usuario. Redimensionar los widgets es ahora más sencillo, ya que todos los íconos de la pantalla se recolocan automáticamente tanto si cambiamos el tamaño como si pasamos el widget de una pantalla a otra, alineándose automáticamente a su alrededor, en pocas palabras, esto significa el fin de estar recolocando manualmente los íconos, que tanto desespera.
En mi opinión, uno de los aspectos más complicados (hasta odiados) de Android era su teclado por defecto. Google ha mejorado esta parte del sistema operativo, creando un nuevo teclado más preciso y refinado, que se adapta fácilmente a la manera de escribir del usuario y a la vez se ha vuelto más predictivo al estilo SwiftKey.
Otro campo en el que hay mejoras es la aplicación de la cámara, donde se ha buscado una mayor facilidad, de forma que la manera de borrar fotografías se ha simplificado, así como el acceso a las ya realizadas. Por ejemplo, con Jelly Bean las fotografías se eliminarán simplemente con un movimiento hacia arriba de la pantalla.
Google ha confirmado que Android Jelly Bean llegará a mediados de julio a los primeros terminales, que son el Galaxy Nexus y el Motorola Xoom. Para el resto de terminales se irán anunciando posteriormente fechas.