Anecdotario político

Publicado el 24 septiembre 2014 por Perropuka

Otra pieza más para su museo personal de Orinoca

  • Si algo ha aportado Bolivia al mundo en los recientes años es la celebración de reuniones, encuentros, agasajos y feriados al por mayor. Diarrea de cumbres es el mal endémico del estado plurinacional. De ahí que los hoteleros se frotan las manos de felicidad, especialmente en el bucólico valle cochabambino como centro receptor del turismo político, corroborado por la aparición repentina de hoteles nuevos, como si esta somnolienta ciudad fuera el centro financiero de la región. Difícil es llevar el registro de cumbres ecológicas, antiimperialistas, indigenistas, gastronómicas y demás actividades de llenar la panza que hasta el momento nuestro país ha albergado. Y para darle más importancia a los acontecimientos, no faltan los ensayos solemnes que son denominados oficialmente “Pre-Cumbres”, como ocurrió en la reciente reunión del G-77 donde días antes se trajo a estudiantes revolucionarios de todo el continente para ponerlos a parlotear en nombre de sus gobiernos, como calentando motores, o dicho en el lenguaje de los organizadores, sirviendo de modelo para corregir errores de planificación. Por si fuera poco, hace una semana atrás, se llevó a cabo en la ciudad de La Paz otra rutilante cumbrecita denominada “Pre Cumbre Continental de Comunicación Indígena Originaria Campesina”, para reflexionar por anticipado sobre los problemas del sector, con todos los acentos que la lengua castellana puede ofrecer para jolgorio de sus participantes, con miras a la ya en serio 3ra. Cumbre que se efectuará en la misma ciudad en 2016. En cualquier caso, sorprende tal grado de pensamiento estratégico, años luz por delante.

  • El caudillo de las 36 naciones y reserva moral de la humanidad, tuvo que ausentarse por enésima vez, rumbo a Nueva York para participar de la Conferencia Mundial sobre los Pueblos Indígenas, donde fue el invitado de lujo en su calidad de campesino disfrazado de indígena que sigue tomando el pelo a medio planeta con su estandarte de ultradefensor de la Pachamama. De ahí que continúe seduciendo con su canto de sirena a figuras del espectáculo como Oliver Stone, Sean Penn o recientemente al rompecorazones Di Caprio, quien al parecer se tomó en serio el asunto del sufrimiento de la humanidad entera, luego de ser nombrado Mensajero de la Paz por la ONU.A pesar de que Morales fue a hablar en nombre de los indígenas, proclamando que estos son los nuevos actores del cambio mundial, el mundo debería saber que en su feudo conocido como Bolivia, existen indígenas de segunda que no gozan del favor oficial, más bien son víctimas de un odioso desprecio por oponerse a sus planes desarrollistas a toda máquina, en beneficio de sus huestes cocaleras que buscan expandir sus tierras de cultivo. Sirva también de ejemplo el reciente caso de la masacre de una decena de indígenas guatemaltecos por oponerse a la instalación de una cementera y la construcción de carreteras, a título del tan mentado progresismo, tal como se vivió hace tres años en Bolivia con la represión brutal a los indígenas de la reserva forestal del Tipnis.

  • A propósito de la intervención a la marcha de estos indígenas en septiembre de 2011, hasta ahora continúa sin sanción para ninguno de sus principales planificadores, siendo el caso un vulgar sainete de jueces y fiscales que siguen investigando y no hay cuando terminen. Por cierto, uno de los principales acusados y a la sazón ministro de Gobierno, Sacha Llorenti, por poco recibe el remedio de su propia medicina, cuando en un aeropuerto de Nueva Jersey fue casi enmanillado por un agente policial luego de un rifirrafeverbal mientras gestionaba la salida del presidente Morales. Creyéndose que estaba en su patio, el ahora embajador ante la ONU (exilio dorado por su papel en la represión), quiso apresurar los trámites amparándose en su credencial de diplomático, sin esperar a la autorización de las autoridades aduaneras de ese país. Hubiera sido un castigo de la providencia ver al arrogante funcionario entre rejas, aunque sea por unas horas.

  • Con las elecciones generales en el horizonte, la maquinaria propagandística del régimen no descansa con el afán de saturar los medios con cuanto spot estime conveniente. A pesar del reglamento electoral que prohíbe el uso de recursos públicos, el ministerio de propaganda cuelga el cartelito de “ministerio de Comunicación” como sello distintivo a la deslumbrante parafernalia de país de las maravillas que vienen promocionando, abusivamente en los últimos meses. Como era de esperar, el Órgano Electoral se hace de la vista gorda ante semejante descaro y, por el contrario, anda sancionando a los opositores por detalles minúsculos. Eso sí, para que parezca que también es ejemplar con el partido oficialista, hace unos días ordenó la suspensión de un “micronoticiero” de la gobernación de Cochabamba, que casualmente vio la luz en los últimos dos meses, para demostrar que el inane gobernador estaba trabajando sin respiro en las sombras y la ciudadanía no se había dado cuenta. Como colofón a la farsa, el gobernador calificó de atropello la disposición de la autoridad electoral, argumentando que el larguísimo spot “la Llajta que queremos” tenía buenas intenciones y era sólo para informar a los llajtamasis. Los cochalas, aparte de glotones opas habíamos sido.