Ángel

Publicado el 28 octubre 2019 por Aidadelpozo

No me mires con esa cara, niña, como si yo fuese un ángel. No lo soy. Al menos no el que tú quisieras o te imaginas. Huye, sigue tu camino, no te involucres con un tipo como yo. Soy oscuro, mezquino, vacío y calculador. No hago nada que no me vaya a reportar un beneficio. No me acuesto con ninguna mujer a la que no saque algo: dinero, placer, sumisión, esclavitud...
Luego no digas que no te lo advertí, que no te pedí que salieras corriendo, no me vengas con lagrimitas...
Podré ser todo eso que te digo, pero a ti no te mentiré. Hay algo especial en tu modo de mirarme, algo que no había visto jamás antes. Inclinas levemente tu carita de muñeca cuando me descubres en el bar, ese que se ha vuelto nuestro lugar de encuentros no casuales. Mientras disparo flechas, lanzo dentelladas a los corazones de otras mujeres o afilo mis garras de ángel fatal, tú te muerdes el labio de un modo lascivamente seductor. ¿Quién eres? No tienes casi nada que me interese. Quizás una cosa sí: tu falsa inocencia. Porque eso creo que es, inocencia maquillada. ¿Eres una "femme fatal"?
Yo que he hecho diestras amantes a frígidas mujeres, te miro por el rabillo del ojo y disimulo que no existes para mí. Fingida indiferencia, muñequita.
Hoy voy a medirte, hoy te daré caza o, tal vez me caces tú a mí. Este ángel caído tiene hambre...