Es comprensible, la pobre yegua ha sido muy cacheteada estos últimos tiempos. Si hasta había tenido que ir de rodillas a China a asegurar que podía pagar; y ahora iba enfrentar al presidente Chaufán, a la bestia Trump y al pajero empalagoso presidente argentino. Demasiado.
El avión que transportaba a Angela Merkel a Buenos Aires para el G20 debió regresar a Alemania por un problema técnico