Ya no queda mucho más por decir. Anido, empollo (como llamo yo a este etapa) tranquila en casa. Hay días mejores, hay días en los que parece que me hubieran desactivado. Ya no se me da por salir tanto y la verdad, la paso fenomenal en mi hogar. Limpio, ordeno, miro una película, cocino (se me dio por incursionar en las artes culinarias), leo un libro leeeeentamente porque la concentración se me debe haber ido a pasear y yo no me di cuenta, charlo con alguna amiga, con mi familia. También me divierto con las apuestas hechas por la fecha de nacimiento. Siento las pataditas cada vez más suaves de mi pirulo. Hago baños de inmersión. Duermo siestas sin despertador. Trato de ponerme linda aunque esté en casa porque necesito verme al menos un poco elegante. Y todo eso me inspira. No sé cómo pero me da energías en esos días tediosos, con calor, en los que me siento pesada y le pido a gritos a mi hijo que salga de una vez. Hoy me acordaba de una frase que decía algo así como "La vida está allá afuera." Y no sé, si está allá afuera, a la vuelta de la esquina o a miles de kilómetros. Está donde nosotros queremos que esté. En un rincón de la casa, en un momento del día, en una sonrisa, en un comentario, en un llamado, en un gesto, en hacer algo que nos guste. Y seguramente la vida no estará siempre en el mismo lugar o tendrá el mismo significado a medida que crecemos. En algún momento de mi vida estuvo en las noches con mis amigos aprovechando cada oportunidad para conocer gente y lugares nuevos. En otro estuvo en mi carrera. Hoy está acá, en mi hogar con mi marido, con mi hijo y con todo lo que se viene.
"La vida no es lo que crees, sino lo que creas." Nunca más cierto.
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Anidando.-
Publicado el 17 enero 2013 por CassandracastroTambién podría interesarte :