Tengo que aclarar una cosa, no ando buscando animales todos los días. Son ellos los que vienen a mí, excepto la cabra que os enseñaré luego. San Francisco de Asís amaba los animales y ejercía control sobre ellos, y el flautista de Hamelín usaba su flauta para atraer a las ratas. Yo, por el contrario, uso una frecuencia imperceptible para el oído humano, para atraer a animales de toda condición. No, no lo he empleado con ninguna fémina; tener un gran poder conlleva una gran responsabilidad.
En la búsqueda de localizaciones para rodar algún que otro cortometraje, me he encontrado este mes con nutrias, cabras, ardillas, cisnes y esta vez con unas gallinas de lo más sociables. Y ahora me tenéis escribiendo este post porque esta mañana me ha dado por caminar, he caminado durante tres horas hasta llegar al camino viejo que va hasta Alberite y es entonces cuando me he topado con la granja de La Hera; allí venden huevos ecológicos. Con esa intención iba pero solo han salido a recibirme las gallinas. ¿Qué no te lo crees? Mira, mira (pulsa para ver vídeo).
Para el cortometraje Door To Doorse nos planteó un reto, el que durase solo treinta segundos (caprichos del festival Notodo FilmFest). Para ello nos vimos obligados de desplazarnos a un pueblo, Baños de Río Tobía, en busca de lustrosas cabras. Muestro el vídeo y luego lo que hicimos con la cabra.
Pulsa la fotografía para ver la granja
Israel Esteban