Alejandro VI fue el papa Nº 214 de la Iglesia católica entre el 11 de agosto de 1492 y el 18 de agosto de 1503. Su nombre de nacimiento, en valenciano, era Roderic de Borja.
Rodrigo Borgia alcanzó el poder gracias al nepotismo y lo mantuvo por él, consiguiendo su ascenso dentro de la jerarquía de la Iglesia católica gracias a su relación con el papa Calixto III, de quien era sobrino.
Una vez elegido papa como Alejandro VI, desencadenó y se involucró en decenas de situaciones políticas, envuelto en intrigas y en las tormentosas y traicioneras relaciones entre los poderes internacionales. Buscó a través de alianzas políticas y conspiraciones hacer que su familia se consolidase dentro de la nobleza italiana y acrecentar en toda posible ocasión su poderío, tarea que emprendió en conjunto con sus hijos , Juan, César, Lucrecia y Jofre, los cuales sirvieron como instrumentos de sus maquinaciones políticas.