(Girl of Nightmares)
de Kendare Blake
Anna
1.- Anna vestida de sangre
2.- Anna desde el infierno
Han pasado meses desde que el fantasma de Anna Korlov desapareciera tras una puerta que conducía al infierno, pero el joven cazador de fantasmas Cassio Lowood no puede olvidarla. Para él ninguna de las chicas vivas que le rodean puede compararse con Anna. Además, como si tratara de buscar su ayuda, Anna se le aparece continuamente, a veces en sueños, a veces cuando está despierto. Cas siente que algo no va bien: cada vez que la ve, ella está más desgarrada y torturada… Nadie sabe qué le ocurrió a Anna cuando desapareció tras aquella puerta, cuando se adentró en el infierno para salvar la vida de Cassio. Y Cas no descansará hasta averiguarlo; ha llegado el momento de que sea él quien salve a Anna.
Y ya van dos en menos de un mes. Lo tengo comprobado: la gran mayoría de las veces que una editorial me envía un libro sin pedirlo, éste me acaba decepcionado. Con Anna desde el infierno la situación era peculiar, porque, si bien el primer libro me había gustado mucho, no tenía intención de leer el segundo. Reconozco que cuando acabé Anna vestida de sangre me quedé con ganas de continuar porque me había gustado mucho la historia, pero conforme iban pasando los meses me convencía más y más de que mi affair literario con Anna debía quedarse ahí. Si es que debería fiarme más de mis instintos...
En Anna vestida de sangre me encontré con una historia deliciosamente oscura, absorbente y que engancha en todo momento, algo que me conquistó. Sin embargo, durante buena parte de la novela, Anna desde el infierno me ha parecido aburrida, predecible y, principalmente, innecesaria. No siempre las novelas innecesarias son malas: Beautiful Redemption me gustó mucho a pesar de que Hermoso caos habría sido un final perfecto para la saga, y la segunda trilogía de Cazadores de Sombras me está gustando tanto como la primera (y a veces incluso más). Sin embargo, la historia de Anna tenía que haberse quedado en el primer libro, y es que el segundo casi no tiene chicha alguna.
No es que Anna desde el infierno sea un libro horrible. Lo que pasa es que, en general, no pasa de entretenido. Quizás si fuera otro libro le hubiera dado un cinco, pero siendo una continuación de una novela que me gustó tanto, se queda en suspenso. Como aspecto positivo, diré que el final me ha gustado mucho, y en el último par de capítulos me he vuelto a encontrar con aquello que me gustó de la primera entrega. Es eso lo que lo salva de la quema, aunque no me ha parecido suficiente como para darle el aprobado.
En cuanto al estilo de la autora no tengo ninguna queja, aunque sí con la traducción, que me ha parecido excesivamente literal en ocasiones. Por suerte Kendare Blake sigue escribiendo de esa forma tan fluida y con un toque oscuro que tanto me gustó en el primer libro y el libro no se hace tedioso, pero el problema es que no lo ha aprovechado con una buena historia.
En definitiva, Anna desde el infierno resulta entretenido a ratos, pero principalmente es una continuación innecesaria de un libro que debería haber sido independiente. ¿Mi consejo? Si te apetece disfrutar de una muy buena historia de fantasmas, hazte con el primer libro. Merece la pena, de verdad. Pero quédate ahí: el final es lo suficientemente cerrado (bueno, más o menos) como para no necesitar una segunda parte, así que podéis dejar ahí la historia perfectamente y quedaros con un buen recuerdo.