hasta el 15 de octubre de 2018, los fieles que peregrinen a Ávila podrán recibir la Indulgencia Plenaria.*
[El pasado 15 de octubre, el obispo de Ávila, Jesús García Burillo y tras escuchar el Decreto de concesión por parte del Papa Francisco del Año Jubilar Teresiano, a las 18:40 horas abría el cerrojo de la verja izquierda del Convento de Santa Teresa de Jesús, la Puerta Santa por donde pasarán miles de peregrinos que busquen ganar el Jubileo en este Año Santo que finalizará el 15 de octubre de 2018.
Además de conseguir el Jubileo, se disfrutará de un destacado patrimonio cultural y paisajístico por los cuatro puntos cardinales de Ávila.]
1.- Jubileo: Indulgencia -perdón de los pecados concedido por la iglesia católica- que el Papa de Roma concede a los católicos en ocasiones especiales. “Hay un jubileo normalmente cada veinticinco años”.
2.- Fiesta solemne que los judíos celebraban cada cincuenta años en la que se cancelaban las deudas, se devolvían las propiedades a sus antiguos dueños y se daba la libertad a los esclavos.*
es suficiente que los sagrados ritos y oraciones requeridos se realicen unos veinte días antes o después del acto indulgenciado.
sólo puedes ganar uno por día.
Se podrá conseguir el Jubileo “cualquier día del año,
siempre que se peregrine al menos 100 kilómetros a pie o a caballo, o 200 en bicicleta. jubileoteresiano.com/
Según relata la propia Teresa (…) desde sus primeros años mostró una imaginación vehemente y apasionada. (La) lectura y las prácticas piadosas comenzaron a despertar el corazón y la inteligencia de la pequeña Teresa con seis o siete años de edad.
[El PSOE quiere “desagraviar a los descendientes de los moriscos expulsados”.] 2012
Aquellas primeras lecturas la llevaron a fantasear y emprender una escapada infantil a «tierras de moros». En aquel tiempo pensó en sufrir el martirio, para lo cual ella y uno de sus hermanos, Rodrigo, un año mayor, trataron de ir a tierras ocupadas por los musulmanes, pidiendo limosna, para que allí los descabezasen.En su juventud las aspiraciones que tuvo fueron raras y parecen confusas; sólo en plena edad madura se hicieron más distintas, más numerosas y también más extraordinarias.
Pasaba de los cuarenta y tres años cuando por vez primera vivió un éxtasis. Sus visiones intelectuales se sucedieron sin interrupción durante dos años y medio, entre 1559–1561. Sea por desconfianza, sea para probarla, sus superiores le prohibieron que se abandonase a estos fervores de devoción mística, que eran para ella una segunda vida, y la ordenaron que resistiera a estos arrobamientos, en que su salud se consumía.
“Vi a un ángel cabe mí hacia el lado izquierdo en forma corporal… Veíale en las manos un dardo de oro largo, y al fin del hierro me parecía tener un poco de fuego. Este me parecía meter por el corazón algunas veces y que me llegaba a las entrañas: al sacarle me parecía las llevaba consigo, y me dejaba toda abrasada en amor grande de Dios. Era tan grande el dolor que me hacía dar aquellos quejidos, y tan excesiva la suavidad que me pone este grandísimo dolor que no hay desear que se quite, ni se contenta el alma con menos que Dios.
Los días que duraba esto andaba como embobada, no quisiera ver ni hablar, sino abrasarme con mi pena, que para mí era mayor gloria, que cuantas hayan tomado lo criado.”. Vida de santa Teresa, cap. XXIX]
Monja desesperada por un perdón
El éxtasis de Santa Teresa Gianlorenzo Bernini (1652)*