Mi lengua se ahoga en mi saliva
y apenas llego con la boca a ser su tumba.
Hoy es un día triste, lo sé.
Cuento mis recuerdos uno a uno,
y uno a uno
me olvidan.
Hoy tengo el lugar común individualizado,
la sangre mineral,
la fiebre veloz en el mercurio,
la jaula casi suicida,
la lágrima suicida.
Seré puro entonces, me digo,
seré perfecto,
seré el único que tiene su deseo objetivo
hecho deseo en las uñas,
seré el único que tiene una escalera de lluvia
en la que se cosen los días,
un incendio flaco y derecho,
un mundo animal en el diafragma,
el auténtico universo.
Y aún así tengo que doblarme,
que hablarle a aquella sombra,
que arañar la espalda de un pez sincero,
que llamar a la estrella
estrella,
que entrar en un cuerpo,
que mentir.
Hoy es un día triste, lo sé.
Ilustración: Leon Ferrari, Escritura, 1976