Apaga la luz, no temas,
que viene una noche larga,
con ella los vientos fuertes
y lluvia que el cielo manda.
Vendrán las brumas y el miedo,
y el frío de nieve baja,
también las brumas oscuras
y el viento que silba y clama.
Pero la noche de invierno
tiene dulzura en sus alas,
aunque granice, y nos duelan,
los chaparrones sin pausa.
Vendrá de nuevo, otra noche,
donde se escuche una nana,
y así te duermas, de nuevo,
entre la paz y la calma.
Apaga la luz, despacio,
y busca la dulce cama,
la que cobija tu cuerpo,
la que, sin miedo, te abraza.
Porque la luz ya vacila
y el temporal, con su garra,
viene llamando a las puertas
para encoger las entrañas.
Pero tú siente mis brazos
y ese susurro en tu cara
que va diciendo tu nombre
mientras mis labios te hablan.
No temas, amor, no temas,
vendrán otras madrugadas,
donde el silencio y mis besos
dejen un sello en tu alma.
"...Apaga la luz, y duerme,
no temas la noche brava,
porque yo cuido tu sueño
en estas horas que faltan..."
Rafael Sánchez Ortega ©
09/11/15