Como toda gran empresa, todo gobierno, todo imperio, la F1 debe sucumbir algún día al paso del tiempo y de los acontecimientos. Todos perciben la F1 como el máximo de la disciplina del deporte motor, algo intemporal, que nació para desaparecer en el fin de los tiempos, es más, existe la creencia de que cuando los coches ya no tengan ruedas, la F1 seguirá existiendo con vehículos que marchan tres palmos por encima del suelo, con ruedas que serán hologramas para que no se vea feo el invento. Pero un día desaparecerá la F1 ¿y cuando será ese día? ¿Y por qué no ha de estar próximo el día del juicio final en la F1?
Como Roma, la F1 caerá víctima de sus flaquezas y disensiones internas; de ambas ya tenemos un largo repertorio histórico, pero prestando especial atención a la época actual, comprobaremos que en la F1 hay demasiados factores negativos, que pueden dar al traste con la vida de la criatura de un momento a otro. Iré por partes. Dios, es en la F1 un concepto que todos tenemos presente y
sabemos quién es, el Cyborg Ecclestone.
"Y se les mandó que no dañasen a la hierba de la tierra, ni a cosa verde alguna, ni a ningún árbol, sino solamente a los hombres que no tuviesen el sello de Dios en sus frentes". Apocalipsis 9.4
Ecclestone es el Dios inmisericorde, al que no le interesa lo más mínimo el hombre ni su bienestar, al que no le importa la paz en su reino, sino que el reino sea próspero, caiga quien caiga, para engrandecimiento de su ego y de su fortuna terrenal. Como vemos, varía bastante este diosecito del Creador, al menos del concepto que tenemos del supuesto Creador. Con este cimiento en que está basado el "deporte rey" del motor, mal pinta el panorama para su perdurabilidad.
Pero el cyborg no es el único peligro para el reino de Dios. Satanás ronda por los alrededores, con la intención de quitar de enmedio al Dios usurpador o verdadero, según se mire. En efecto, Luca Cordero di Montezemolo (¿ven la similitud con el "Cordero de Dios"?) pugna con su jefe por ser él quien maneje la categoría, esperando su oportunidad de pasar al frente. Ya lo intentó hace poco, pero yo creo que está esperando su oportunidad, es decir, cuando casque el cyborg, pasando él al frente cuando se produzca una crisis de identidad de la propia FOM. Cuando fallezca Bernie, y aunque lo deje todo (incluida su sucesión) bien atado, no faltarán quienes vean la oportunidad de luchar por hacerse con el imperio del cyborg, quienes querrán una mayor parte del pastel a repartir, cosa que negará el heredero. En ese momento, la F1 estará en grave peligro, y si el intento de escisión se produce entonces, es muy factible que triunfe si el quorum se consigue entre los constructores, algo difícil, por supuesto, pero el peligro estará ahí, y solo hará falta una mayoría para echarlo a caminar, de hecho, ni esa mayoría sería necesaria si los tres o cuatro grandes equipos logran el consenso.
Otro de los factores es el desgobierno y el caos en la normativa deportiva. A priori no debería parecer tan dramático como para ser una amenaza contra la F1, pero con sus últimos avances en este sentido, las posibles repercusiones que tengan sobre los resultados de las carreras, donde se sucederán sí o sí las reclamaciones y lo incierto del resultado, incluso varios días después de las mismas, harán crecer el descontento con el otro gobernante de la categoría: la FIA.
Hay también pequeñas señales de que la F1 no funciona como la máquina engranada que debería ser, como la existencia de dos equipos Lotus, la necesidad de pagar por obtener un volante como titular en un equipo, disvirtuando a los pilotos que integran la categoría, que anteriormente eran considerados los mejores, una normativa técnica que no pugna porque la F1 sea el escaparate de los máximos avances tecnológicos, escándalos como el crashgate, la pérdida de identidad al abandonar los circuitos favoritos de la afición, la permisividad de traspasar las reglas a la nuevas sedes, como Corea, donde se corrió en un barrizal, la entrada en el negocio de gentes que solo ven un negocio en el deporte motor y no ese deporte de caballeros de antaño, asuntos de espionaje, gran protagonismo de los juzgados y, en definitiva, el caos.
Nuestro planeta tiene un tiempo de vida, los países también, las personas igual, y la F1 no será una excepción. Tarde o temprano fallecerá ¿y por qué no este mismo año? En 2012 habrá que renovar el acuerdo de la concordia.. ¡orad todos, fieles, pedid al altísimo para que la salud de Bernie sea buena hasta entonces!
"Porque el Cordero que está en medio del trono los pastoreará, y los guiará a fuentes de aguas de vida; y Dios enjugará toda lágrima de los ojos de ellos". Apocalipsis 7.17