Hoy dije que el calor de estos días no era tan intenso como el de las semanas pasadas. Alguien estuvo de acuerdo conmigo.
Entonces llegó la noche.
Me derrito.
Hace unas semanas, me sorprendió que el calor no amainara al atardecer. Otro día, apenas salí, sentí una brisa caliente como caricia del diablo. De verdad que una tarde pensé que esto es demasiado parecido a un apocalipsis.
Silvia Parque