¡Apostamos por Madrid!

Los vinos de Madrid no son muy bien considerados. Tal vez los eruditas, sibaritas del vino les gusta ahondar en una denominación un tanto desconocida que poco despega y empieza despertar. Esa fama ha de cambiar, y tiene que cambiar, porque nosotras cada vez vamos descubriendo más y más vinos de nuestra tierra merecedores de mencionarse, de compartirse, de recomendar, y disfrutar. Los vinos de Madrid son fiel reflejo de su tierra, deliciosamente bien hechos y sorprendentes en muchos de los casos.

Era fin de semana, intenté tuitear la foto que voy a compartir contigo hoy, pero para variar mi móvil me la jugó y decidió que no le apetecía conectarse ni a Wifi ni a nada.

Heredad Toresano Crianza con Pollo a la Italiana

Nuria había cocinado una receta deliciosa (que pronto compartiremos en esto blog) de pollo que la denominamos “Pollo a la Italiana” porque parecía una pizza, lo único que le falta era el orégano. Con esta receta decidimos maridar un vino de Madrid, Heredad de Toresano Crianza 2009.

Este vino fue uno de esos en los que la nariz te hipnotiza, hueles una y otra vez y nunca te cansas. Huele a tierra de Madrid, no literalmente pero todo lo que representa Madrid está en ese vino, el sabor de su gastronomía, de su tierra, de sus tradiciones. Cuando bebes el primer sorbo te parece recorrer la campiña madrileña, me vienen a la mente los recuerdos de mi infancia con mi abuelo y esos caramelos de anís de los que me ponía hasta arriba. Recorro el campo y huelo las flores. He entrado en otra dimensión. Huelo de nuevo, y otro recuerdo asalta. Fiel reflejo de su tierra no puedo más que llevármelo a la boca y probar suerte para ver que me cuenta su sabor. No defrauda, es fiel reflejo de lo que presenta en nariz. La Tierra de Madrid, mi tierra, está en esa copa. Disfruto con cada sorbo, saboreo cada recuerdo. El pollo sabe distinto. Estoy en casa.

Nota de cata

Heredad de Toresano Crianza 2009

D.O. Vinos de Madrid.

Vol. alcohol: 13%

Precio: 8€

Color: rojo cereza con reflejos intensos de chocolate y ribete teja.

En nariz recuerdos a anís, balsámicos, con toque dulce de regaliz y vainilla, caramelo de café, toffee, clavel. Muy buena nariz. A copa agitada salen los recuerdos a cuero, madera muy refinada, herbáceos, eucalipto.

En boca entra suave, ligeramente untuoso, es ligeramente picante, con un tanino bien pulido con un postgusto ácido refrescante y  representante de lo que presenta en nariz. Ligero, fresco, gustoso. Postgusto largo de anís. Comentario de Nuria “Sabe a regaliz”. Sabe mucho a anís.

Muy representativo de su tierra.

Nuestro maridaje: pollo a la “Italiana”.

No es la única vez que hablamos de vinos de Madrid, y estoy segura que esta no será la última. ¿Cuál nos recomiendas?.