Cuando aprenderán algunos a callar sus bocas y utilizar la razón. Muchas veces, cuando somos jóvenes, equivocamos el camino al pretender creernos rebeldes cuando no lo somos.
Olvidamos arrogantemente que nos queda aún, mucho camino por recorrer y en ese desandar aprendemos con la experiencia de la vida, del éxito, del fracaso, de lo bueno y de lo malo sin dejarnos obnubilar por las incandescentes luces de la inexperiencia y la sinrazón.