La gente más exitosa es la que ha más ha fracasado, la diferencia entre el resto de los mortales es que han aprendido a transmutar las experiencias desafortunadas en nuevas posibilidades y soluciones a sus planteamientos. No se trata de hacer una Oda al fracaso, pero si es importante vencer el miedo a perder, entender que uno se hace camino al andar, que siempre nos encontraremos con adversidades, pruebas, variables extrañas y situaciones inesperadas mientras transitamos el camino del éxito.
El temor al fracaso es un mito ampliamente extendido que aún paraliza a muchas personas y por ende puede tener un impacto negativo en la cultura organizacional. La vergüenza, la frustración y la decepción son reacciones normales ante los fracasos, sin embargo es muy importante tenernos paciencia en esos momentos, procesando las frustraciones con inteligencia emocional.Fracasar también es una etapa importante en el desarrollo de la resiliencia, habilidad clave de estos tiempos digitales para todo aquel que se proponga gerenciar talentos. Es importante comprender que fracasar no es un estado permanente del ser, antes bien suele suceder que puede ser la antesala del verdadero éxito, es por ello que desmontar los mitos acerca del fracaso se vuelve una necesidad para el crecimiento personal y profesional.