Aprendí el amor de ti, bichito

Publicado el 23 enero 2011 por Lisset Vázquez Meizoso @lissetvazquezmz
Nunca hablo de ti porque me siento sin derecho a hablar de tu vida, pequeñita. Nunca hablo de ti, porque sé que voy a terminar diciendo cosas cursis y empalagosas como esas chuches que no te gustan. Nunca hablo de ti porque te quiero proteger de todo, hasta de mis propias palabras aunque sepa que no podré hacerlo siempre.

Nunca encuentro las palabras perfectas para describirte porque para mí, eres sencillamente perfecta. Y me temo que todos van a decir lo mismo... Claro, es que eres su madre, ¿Qué vas a decir? :)
Yo sólo sé que tu sonrisa ilumina mi vida y es algo literal, sin ella, no puedo pasar un día. Cuando estoy triste, tus abrazos son los únicos que me pueden consolar. Tus halagos son los únicos que me creo, tus besos, los únicos de los que nunca me canso. Me lleno cada mañana de tu alegría y de la música que hay en tu voz. Aprendo de tu sabiduría cada día, porque a veces me pareces como una viejita, que llega a conclusiones sorprendentes y solamente tienes 7 añitos. Tu sinceridad me resulta estimulante, me reta a ser un poco mejor. Quiero que estés orgullosa de mí como yo lo estoy siempre de ti.
Te di la vida y a cambio tú me has dado la mejor razón para vivir. No hay nada que no haría por ti. Eres el único amor por el que creo que daría mi vida, aunque ya sé que no puedo darla igualmente, pues mi vida ya no es mía, es tuya.
No vas a leer esto, pero te quiero. Te quise antes de verte y tocarte, antes de olerte y abrazarte y te quiero hoy como nunca antes te había querido. No eres mía, ni de nadie y estaré aquí hasta que las estrellas se apaguen.
Eres mi sol y mis estrellas, mi norte y guía, mi primavera, mi invierno, la mejor compañía, la tierra que me sustenta, el aire que respiro, el mejor motivo para levantarme cada vez me caigo y la mejor obra de arte que he creado, tomando parte de mí y parte de tu padre y aquí estás, bichito.
Eres un collage de nosotros que terminó siendo una personita excepcional. No puedo detener el tiempo, por eso me paso el día haciéndote fotos con la vana esperanza de capturar estos instantes maravillosos que paso contigo.
Siempre tuya,
Mamá