Aprendiendo a cantar

Suenas como un completo desafinado cuando cantas que tus propios oidos se tapan solos...
Uno de los errores más frecuente que la gente comete cuando quiere aprender a cantar es el no poner suficiente atención al tema de la afinación de la voz. Afinamos nuestras guitarras, pianos, violines, saxofones... y por alguna razón no afinamos nuestra voz. Para mi esto no tiene sentido.
Nos preocupamos por alcanzar diferentes notas, registros más agudos o más graves. Nos esforzamos por cantar de manera relajada, nos mantenemos al ritmo... pero olvidamos asegurarnos de que las notas que cantamos sean las correctas. He escuchado este error muchas veces y es por eso que quiero ponerle fin.
En realidad, afinar tu voz es mucho más fácil de lo que puede parecer.
Lo primero que tienes que tener claro es que para poder afinar tu voz, lo primero que tienes que fortalecer es tu oído. Es importante que aprendas a desarrollar tu oído, poniendo más atención a lo que escuchas. Al cantar, escucha tu voz y siente tu propio cuerpo, pon atención a lo que sucede: como tu voz vibra al producirse, como tu respiración define el ritmo en el que cantas (y vice versa), qué partes de tu cuerpo tensas, cuales relajas... cómo suenas cuando te sientes de tal o tal manera.
La idea de este ejercicio es despertar tus sentidos y ponerte en un estado mental más suntuoso de lo que acostumbras. Pon atención a tu pensamiento. Escucha las variaciones de tono, volumen, ritmo... que hay en tu manera de hablar contigo mismo. Pon atención en el aquí y ahora cuando cantas, lo que sucede dentro y fuera de tu mente...
La cosa es que todo tu cuerpo es parte de tu aparato vocal. Desde tu postura hasta tus movimientos afectan la manera en que produces tu voz. En cierto sentido, afinar tu voz es una clase de inteligencia. Inteligencia tonal.
Utiliza algún instrumento bien afinado para practicar. Toca una nota, escúchala y produce la misma nota con tu voz, a la vez que repites la nota en el instrumento y escuchas el resultado, y cambia el tono de tu voz, emparéjalo con el del instrumento, hasta que sientas como "vibran" ambas notas, como si embonaran.
Aprende a disminuir el tiempo que tardas en vibrar con el instrumento hasta que puedas seguirlo en "tiempo real". Se requiere cierta práctica pero descubrirás que es más fácil de lo que parece. Escucha con atención.
Recuerda, no se trata de desarrollar sólo tu potencia vocal y el registro de tonos que puedes producir, también tienes que desarrollar tu sensibilidad para producir los sonidos exactos que quieres producir y ser capaz de empezar a cantar de manera creativa, con mucha más "emoción".
Piensa que tu instrumento es tu voz y que, como todo instrumento, también es importante mantenerla afinada. No quieres sonar como un piano desafinado cuando cantas.
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