Aprendiz de diosa, Aimée Carter

Kate siempre había vivido sola con su madre, y esta se estaba muriendo. ¿Su último deseo? Regresar al lugar donde había pasado su infancia. Así que Kate iba a empezar el curso en un instituto nuevo, sin amigos, sin familia y con el temor a que su madre muriera antes de que acabara el otoño. Entonces conoció a Henry. Misterioso, atormentado. Y fascinante. Aseguraba ser Hades, el dios del Inframundo y, si Kate aceptaba el trato que le ofrecía, mantendría a su madre con vida mientras ella intentaba superar siete pruebas.
Kate pensó que estaba loco… hasta que lo vio resucitar a una chica. De pronto, salvar a su madre le pareció posible. Y si superaba las pruebas, se convertiría en la esposa de Henry. En una diosa inmortal. Pero si fracasaba... Convertirse en inmortal o morir en el intento

La vida de Kate no ha sido fácil, ha vivido los últimos años cuidando de su madre gravemente enferma. No tiene amigos, ni vida social, pero adora Nueva York, y tendrá que dejarla para complacer a su progenitora. Su madre quiere morir en su pequeño pueblo, y Kate lo dejará todo para complacerla. Viviendo cada día con el temor a que sea el último que pueda pasar a su lado. Entonces un atractivo extraño irrumpirá en su vida, y ella tendrá que replantearse sus creencias. Sin duda lo primero que llama la atención de esta novela es la portada, seguida de una sinopsis atrayente, no obstante, cuando comencé a leerlo jamás imaginé que me engancharía tanto. Y es que no me acosté hasta que lo terminé y eso que lo empecé después de cenar, no digo más... La mitología siempre ha sido un tema que me ha atraído, así que era un punto a favor de la novela, pero tampoco ha sido el único. Kate me ha gustado mucho, es un personaje que evoluciona poco a poco y con coherencia, a pesar de que en algunos momentos no actúe como yo esperaba. El único personaje que me ha dejado con ganas de más es Henry, descubrimos muy poco de él, sus reacciones en algunos momentos me han parecido incomprensibles, y me hubiera gustado que se mostrara más.

"-¿Kate? -dijo Calíope, preocupada, cuando cerré la puerta a mi espalda. -Hay una prueba -dije, temblorosa-, el lunes. No pareció muy preocupada. -¿Es que nunca has hecho un examen? Sacudí la cabeza. Ella no lo entendía. -Una prueba -repetí-. De las que van a decidir mi destino. Si suspendo... Abrió los ojos de par en par. -Ah, esa clase de prueba."

Los secundarios me han gustado muchísimo, sobre todo Ava y James, aunque reconozco que Calíope me ha encantado. Son parte importante de la historia y son muy coherentes con la historia. La novela mantiene un ritmo ágil y como digo es una lectura adictiva que te deja pegado para saber cómo sigue la historia. La autora mezcla los mitos con su trama, de manera que los acomoda a sus propósitos sin que deje de tener sentido. Las últimas cien páginas están cargadas de sorpresas y de momentos intensos, que aumentan el valor de la novela. Aunque me ha gustado desde el principio reconozco que me hubiera gustado que toda la historia hubiera llevado el ritmo del final. En cualquier caso, ya tengo ganas de seguir con la segunda parte, esperemos que no nos hagan esperar mucho. Una historia mítica que te mantendrá pegada a sus páginas y con ganas de perderte de nuevo en Eden.