Como cada jueves cogí los ferrocarriles catalanes en dirección a Plaza Catalunya desde Terrassa, hasta aquí todo normal.Una vez validado el tiquet entré en el vagón y me sorprendió ver que en cada asiento había un ejemplar gratuito de La Vanguardia.No había más opción a escoger.Ver a 200 personas leyendo el mismo diario me dió lastima, no sé si cada día se da esta situación pero si es así me da la sensación que eso de pensar por uno mismo no está de moda.Nos lo quieren dar todo “mascado” para que ni tan siquiera pensemos por nosotros mismos. Ya que estamos tan generosos podrían poner más variedad. Aprovecharse de la gente medio dormida es caer muy bajo.