Usualmente, mi hija se queda dormida junto a mí, en mi sillón; cuando según yo, ha llegado al sueño profundo,la llevo a su cama. Soy buena para hacer ese cálculo; sin embargo, puede pasar que esté bien dormida y se queje cuando la muevo; entonces, a veces la dejo en mi sillón; a veces, como hoy, me la juego. Y ha sido malo. Despertó, lloró, lloró, lloró, pataleó, se retorció, me empujó, me atrajo hacia ella... Sufrió bastante.
Mi ser mamá es un continuo tomar decisiones que son una apuesta. Trato de tener información suficiente, de poner atención, de reflexionar, pero de cualquier manera podría equivocarme... o elegir bien e implementar mal...
No me atormento cuando fallo porque una golondrina no hace verano; pero es tan malo que ella sufra, que me importa mucho no añadir posibilidades de que la pase mal a todas las que ya vienen con la vida. .
He puesto música relajante y funcionó. No sé que tan dormida está, pero duerme.
Silvia Parque