Aquella tarde
Aquella tardeme dolían las penas.
Era un dolor intensamente conocidocomo se conoce al amigo de la infanciasabiendo de que pie cojea,creyendo que es para siempre,quizás toda la vida;con un zumbido hiriente que golpea hasta derretir los sueños,los días, el clamor de supervivencia.Sacudí frenéticamente la cabeza,quería sacar aquello desde adentrocon esa ansiedad de corzo herido.Froté mis ojos hasta hacerme dañoY tan solo conseguí Una tormenta de lágrimas.Aquella tardeMe dolían las penasY no encontréA quien contárselas.Carlos Gargallo (c)
