Revista Literatura
119 días.Hablo de días y no meses porque vivir una experiencia en un rincón de África es un cúmulo de vivencias diarias, cada día es diferente, cada día se llena de detalles que hacen que el día sea único.119 días de mucha vida, alegría, paz, incertidumbre, sorpresa, miedo, esperanza, frustración, tristeza, disfrute, dolor, tranquilidad... 119 días y punto y final a esta experiencia de vida que me ha removido y transformado.Ahora me pregunto, ¿Y ahora qué hago con todo lo vivido, sentido, amado y orado? Tengo pocas certezas, pero sé que aquel 26 de agosto era una versión de mí y hoy soy otra. Es momento de reposar e integrar lo vivido en mí. Vuelvo a casa, enormemente agradecida y feliz, con el corazón lleno de nombres y con la sensación de que ahora soy un poco más sensible y más humana.Punto y final en Malabo. En la vida, solo una coma, la misión continúa, sigo desenvolviendo el regalo de la vida.Aquiba, aquiba, aquiba.