Arc-en-ciel

Publicado el 30 enero 2013 por Evamric2012

Montmartre no tendrá nada de especial para cualquier turista al que le hayan vendido un paquetito.Se quedará con algunas frases hechas, algún souvenir de tres al cuarto en Pigalle, y algo que contar. El French Cancan, el Moulin Rouge y poco más, ah sí bueno le Chat noir, o las boutiques eróticas y los sex shops.Un bistrot, un regalín, o un restau de pena al que sólo llevan a los turistas para engatusarlos.Para mí es algo más que una bohemia.Allí, mi Jean-Chris le dio forma a mis caderas, y tú, me recitaste a Verlaine, y tú  a Beaudelaire.Allí, y  después en el café de Flore, o en la Closerie, en Montparnasse, o en Saint-Germain, inicié los pasos de una loca ávida de sueños.

Estos french, me los cumplieron TODOS.Maurice Molho, ese gran especialista del Siglo de Oro, me hizo partícipe de la gota de Felipe II, y Chevalier y Launay de una pasión por la lengua y la lingüística que me sigue divirtiendo aún, y Coste y Redondo, o Claude Fell, o Salaún o Serrano, o la loca de la  Schulman o la Jill Levine que instauraron los pilares de la traducción, la lingüística o mi pasión por Latinoamérica y la poesía. París en estos días de febril acojono, me sirve de muleta.Hoy saliendo de hospitales, le pedí al taxista que me llevase a Montmartre.Estoy loca. Esto no es nuevo, y todos lo sabéis.Y me senté como pude con mi tablilla recién estrenada en la escalinata del Sacre Coeur.Ahí , Youri, hace tiempo que me arranca las ganas de seguir latiendo, como Zaz en su día. A ambos tuve el gusto de conocerlos, y de presentároslos en algunos videos antes de colgarlos tras los post ahí arriba.Los dos están por salir de París. La una,  parisina hasta la medula, el otro italiano hasta los espaguetis.Hoy cuando salí a hacerme múltiples pruebas, llovía.Me sentí con una gran impotencia, y llorando bajo la lluvia.Creo que mis lágrimas ya danzan acompasadas con los aguaceros de esos días en los que siempre y cuando más lo necesito, se me olvida el paraguas.Pero París nunca dejó de bailar conmigo.Y en Montmartre,  en ese rinconcito que casi nadie conoce de no ser uno de la tierra, escondidito a la vista de cualquier intruso vil, vi la Torre Eiffel, y con las dos muletas, y desangrada de vida, regresé a casa, a despertarme de nuevo con un arcoíris como solo esta ciudad de la luz, sabe regalarnos en nuestros quejumbrosos días, como para guiñarnos un ojo y decirnos, venga, que nos espera todavía un perroqueten La Liberté cuando menos te lo esperes.    Os dejo un vídeo de Youri, que parece ser que ahora  anda por                       

                                                 Granada       :)