María, es una mujer de ciudad que se ve obligada por la insistencia de su hijo a pasar las vacaciones de verano en el pueblo de su ex-marido, nada más llegar ya se siente encerrada, por lo que sale a pasear por el campo y casualmente termina encontrándose con un desconocido que vive en una casita aislada y que cambiará totalmente su realidad, ya no pasará un verano aburrido, sino un verano excitante.María, una mujer de poco más de treinta años, con un hijo adolescente y una vida cómoda en Madrid, se ve «obligada» a pasar las vacaciones de verano en el pueblo de su exmarido. Y no es que le haga mucha gracia…Un día, perdida en la sierra, encuentra una rustica cabaña de madera en un claro del bosque. Junto a ella hay un pequeño cercado con dos caballos; incapaz de resistir la curiosidad, se acerca para recrearse en sus movimientos sin saber que ella misma está siendo observada.A partir de ese momento todo su mundo dará un giro radical. Todo en lo que cree cambiará a manos de un desconocido que no permite que le vea la cara mientras le ordena, susurrante, que haga lo que jamás se atrevió a hacer.¿Lo hará? ¿Se dejará llevar por las palabras encendidas, las caricias ocultas y la pasión prohibida de un hombre al que ni siquiera puede verle el rostro?
El problema vendrá cuando descubra quién se esconde tras el desconocido.
"-¿Cómo te atreves? -bajó aún más la voz, hasta que sólo él pudo oírla.-Me atrevo a todo -siseó en su oído, pegándose a ella-. No voy a dejar que te pasees con esta pinta por la Soledad tú sola. Ni lo sueñes.-Serás... Retrógrado. Machista. Anticuado. Carcamal -soltó todos los epítetos que se le ocurrieron, y con cada uno fue alzando un poco más la voz.-Uyuyuy, la parejita ya está discutiendo -comentó una voz tras ellos-. Es una lástima, pero se veía venir.El pueblo está descrito al detalle, desde el paisaje hasta la gente que lo habita, en algunos momentos las costumbres son tan absurdas que es inevitable soltar alguna que otra carcajada. Los tópicos de lo cotillas que son en los pueblos se cumplen a rajatabla en Ardiente verano.
Lo malo es que no sólo los vecinos lo son, también lo son los propios miembros de la familia de Caleb, destaquemos a David, xD, qué primo más cotilla (he escogido el fragmento pensando en él, jajajaja).Con un narrador omnisciente que se balancea entre María y su desconocido, y que nos permite conocer los pensamientos e inquietudes de los dos protagonistas, ningún secreto es tal para nosotros. María es caso aparte, ya que le costará bastante descubrir quién es su desconocido.
La prosa de Ardiente verano es característica de Noelia A marillo, fresca, con diálogos ingeniosos y ese estilo suyo tan personal en la elección de vocablos.Además como sabéis, yo tengo predilección por la novelas de Noelia, será porque ella es un encanto o porque realmente la novela es una delicia, en cualquier caso, a mí, me ha gustado mucho. Y si queréis saber más de la autora, aquí os dejo la entrevista que le hice, hace algunas semanas ^^