Armando...te

Vuelvo...
Acabo de terminar mi primera novela...Armándote. Su entrega coincide con el nacimiento de Armando. Gracias a su historia puedo identificar que he vuelto. Vuelvo a escribir, ya no vestida de Daniela o Gilda sino de mí. En solo minutos soy invadida por miles de sentimientos que anhelan traducirse en grafías y desean el sabor de tu mirada, aunque también el de tus labios si lees en voz alta esta entrada.Armando llega a mi vida cuando creí haber terminado de armarla; sin embargo, él me descubre que esto no cesa, no acaba. Debo vivir con los vacíos, las oquedades de mi alma, reconocer que estoy obligada a colmarlas de mí, pese a que esto suponga un dolor más grande que el vacío.Armando es valiente, mis ojos aún no lo han visto, pero eso es lo de menos. No somos lo que vemos…como dijo el Principito "lo esencial es invisible a los ojos".
Él respira vida, esa que de la que no me atrevo a escribir. Yo solo sé de muerte, aquella que brinda la única y más fuerte seguridad.
Armando vive, lo cual considero una opción temeraria, osada, porque no existe el miedo a la muerte sino a la vida, esa que te pregunta día a día ¿cuál es el sentido por el que existimos o estamos muertos, pero robando oxígeno?   Un beso sin labios, un abrazo sin brazos es lo que puedo dedicarte en el universo que se abre cuando cierro mis ojos.Pdta: O gracias por todos los momentos compartidos!