Cuando la oscuridad se hacía penetrante y acaparaba más y más espacio… Un “algo” (de por si muy particular) me estremeció, me hizo volar entre el aire fulgurante , un “algo” que me llena de calma como si nunca se fuera a esfumar…
¡Ay! la frescura de tú piel… El aroma que me remonta a vivir plenamente, aquel aroma que me hace desear vivir preso a ti… Oliendo mil y mil veces la fantasía que se convierte en armonía. ¡Ufff!, tu la señorita de las mil sensaciones.
Recuerdo cada vez que nuestras manos se entrelazaron… recuerdo el nerviosismo y fulgor que eso me causó la primer vez… Tu que me enloqueces cada vez que me miras a los ojos… Tu que cuando me miras, te miro, me hablas o me escuchas se te dilatan las pupilas.
Desde la distancia , desde la cercanía o desde donde sea, …me importa e interesa saber de ti y quiero que estés bien y me haces suspirar cada noche que pasa.
Y de repente… La sensación ya se
Encaminaba por nuevos senderos… Aquellos que dan
Vida y esperanza… Y parece como sí los días de
Verano nunca terminaran. Gracias 🙂
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