Articulo publicado por: Catalogo Arquitectura
Autores de la entrada: Stepienybarno
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En la arquitectura la medida del tiempo no es igual que en el resto de las profesiones. Cuando un arquitecto tiene cuarenta años, el resto de arquitectos todavía le sigue considerando con la denominación de “arquitecto joven”. Así que, con la nota de hoy desde Stepienybarno, pasaremos a hacer un repaso por las distintas edades del arquitecto. ¿Os apetece recorrerlas con nosotros?
La media de años para acabar arquitectura es bastante superior a la del resto de carreras, y lo normal será salir de la universidad más cerca de los treinta que de los veinte. Una vez fuera de ella será complicado firmar el primer proyecto hasta bien entrada la treintena; con lo cual, no es de extrañar que en arquitectura, como rara avis, se considere que un profesional con cuarenta años es todavía joven (incluso tenemos concursos y premios exclusivos para arquitectos jóvenes). En consecuencia, cuando en otros oficios con cuarenta años ya se está pensando en la jubilación anticipada, en nuestro colectivo se sigue pensando que esto no ha hecho más que empezar. Recordemos que la carrera del mítico Louis Kahn no despegó hasta que con cincuenta años fue a la academia de Roma, para desde ahí consolidar una de las más sólidas carreras de la segunda mitad del siglo XX.
Si echamos un vistazo a cualquier publicación especializada, veremos cómo el grueso de la misma lo compone un nutrido grupo de arquitectos de unos cincuenta y pico años. Algún que otro jovenzuelo se suele colar, pero recordemos que el jovenzuelo en cuestión suele tener los treinta años bien cumplidos.
¿Pero qué pasa cuando un arquitecto se va acercando a los sesenta años? Pues no pasa nada, que sigue trabajando a destajo, como toda la vida. La nuestra no es una profesión en la que cumplir años sea un problema. Traspasada la barrera de los setenta nos encontramos con el incombustible Rafael Moneo, y con el siempre genial Alvaro Siza. ¡Miren que esta pareja lleva años haciendo buena arquitectura! Ahí siguen al pie del cañón y, por lo menos nosotros, pocos “peros” somos capaces de ponerles.
Pero si nos paramos a pensar un poco, setenta años no es nada!! Ahí tenemos a Frank Gehry con los ochenta ya cumplidos, kenneth Frampton a punto de ser octogenario y con la cabeza más lucida que nunca, y siguiéndoles muy de cerca pudiéramos situar a gente como Peter Eisenman.
Algún caso más estrambótico sí que nos podemos encontrar; léase la hazaña de Oscar Niemeyer rebasando la centena, y al que sí que le podríamos poner algún “pero”, pero, por respeto a su inmensa figura, nos abstenemos de hacerlo.
Para terminar este barrido por las diferentes edades del arquitecto, quisiéramos rescatar la bonita historia que se produjo con la vuelta a los “terrenos de juego” de nuestro admiradísimo Miguel Fisac poco antes de fallecer. El maestro manchego había estado retirado del mundanal ruido arquitectónico durante más de veinte años, por razones que no vienen a cuento, cuando recibe la visita de unos cuantos jovenzuelos que andaban acabando la carrera y le proponen hacer un concurso de arquitectura. Fisac después de alucinar un poco, se anima y presentan la propuesta conjunta sin demasiada fortuna y quedando en la última posición. Pero nuestros protagonistas no se vinieron abajo y volvieron a la carga presentándose a un nuevo concurso con la infinita fortuna de alzarse con el primer puesto y el encargo del proyecto!
Desde Stepienybarno, consideramos esta colaboración un ejemplo excelente que nos debería animar a tener mucha más fe en la gente que comienza, y recordar, a su vez, que los arquitectos tienen cuerda para rato.
Lo dicho, la edad del arquitecto no está en el DNI, sino en la capacidad de seguir en la lucha y generar buena arquitectura.
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