Algunos de los más notables ejemplos de arquitectura colonial en las Filipinas se encuentran en las provincias de Ilocos, en Luzón, al norte del archipíélago. Es un placer visitar Ilocos, por sus idílicos paisajes naturales y su riqueza cultural e histórica, atesorada en poblados de limpias y ordenadas callecitas que contrastan con el caos enfermizo del tráfico en Manila.
En este post revisaremos dos tipos de arquitectura colonial: la religiosa, en Paoay, y la civil, en Vigan.
IGLESIA DE SAN AGUSTÍN EN PAOAY (1699-1702)
Uno de los más conspicuos ejemplos de la llamada arquitectura barroca telúrica (earthquake baroque) en las Filipinas, lo constituye la Iglesia de San Agustín en Paoay (1704-1894), declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
Paoay es un pequeño pueblo situado en una planicie, organizado linealmente en torno a la Avenida Marcos, que lo conecta con otras poblaciones circundantes.
La iglesia, curiosamente, emplaza su nave paralelamente a esta vía principal, mientras que un amplio atrio la precede desde una calle perpendicular.
El terreno donde se asienta es arenoso, por lo que los edificios originales fueron frecuentemente destruidos por terremotos. Sus constructores, padres agustinos, se las ingeniaron para contrarrestar los efectos sísmicos y por esa razón construyeron paredes de gran espesor y enormes contrafuertes en forma de voluta.
Tal como comenta el Padre Pedro Galende:
"Las paredes fueron hechas de piedra llamada de capaza , y ladrillos de 1.67 m de espesor (una braza ). La nave principal estaba soportada por 14 harigues (postes de molave) de 60 m de largo (72 varas), 15 m de ancho (17 varas) y 7 m de alto (8 varas) en el transepto y 5.10 m (6 varas) en la nave principal. El cielorraso fue cubierto con ramas de caña de boxo; las ventanas tenían láminas de concha marina translúcida."
En su fachada triangular se advierte su afinidad con el estilo gótico, por el movimiento vertical de sus pilastras y los pináculos que las coronan, aunque hay quienes señalan su afinidad con el monumento budista de Borobudur, en Java, Indonesia.
Iglesia de Paoay, Ilocos.Es común encontrar que, a diferencia de México o Perú, el campanario se encuentra separado de la nave de la iglesia.
"El primer campanario fue construido con postes de madera de 3.50 m de altura (4 varas). Habían tres campanas. Fr. Tomás Torres amplió la torre [...] desde 1753 a 1756. Fue hecho con piedras de coral machacadas, de 12 por 16 pulgadas de ancho, y con abrazaderas de madera moldava puestos juntos, con la ayuda de piedra caliza pulverizada mezclada con melaza".
Interior de la iglesia
El encantador poblado de Vigan en Ilocos sur, es el ejemplo de arquitectura colonial hispana que se halla mejor conservado en Asia. Sus calles trazadas en cuadrícula de acuerdo a las Leyes de Indias, mantienen una colección bastante preservada de casonas coloniales de paredes blancas y pintorescos balcones. Si bien algunas de sus características me evocaron inevitablemente a la arquitectura de mi natal Arequipa, Perú, lo cierto es que existen diferencias con respecto a las ciudades latinoamericanas, ya que Vigan recibió influencias chinas e ilocanas.
Vigan, un antiguo puerto ubicado en una isla cerca al río Abra, nació en 1574 como un punto estratégico de comercio con China. La población, una mezcla china y filipina expresó su mestizaje también en la arquitectura de madera y con techos inclinados, inspirada en el bahay-kubo, la vivienda tradicional filipina.
Por su parte, los españoles preferían la arquitectura de piedra de coral, llamadas bahay na bato, combinadas con elementos de madera, principalmente en los balcones y celosías.
En ocasiones se construía un primer piso de piedra sobre el que se erigía un segundo nivel de madera.
La traza en damero, típica de las ciudades coloniales españolas, presenta una plaza excéntrica hacia el norte, vinculada a una plaza secundaria conexa. Muchas de las calles mantienen un perfil compacto y sin retiro.
Este pueblo, sin embargo, estuvo a punto de desaparecer durante la segunda guerra mundial. Durante la ocupación japonesa, un general se instaló en Vigan en 1943. Cuando en 1945 los aliados empezaron a reconquistar Filipinas, usualmente los japoneses en retirada dejaban los pueblos que habían ocupado en cenizas. Sin embargo, este general estaba casado con una filipina. Antes de partir en retirada, dejó a su familia en la iglesia de Vigan, prometiendo preservar el pueblo a cambio de protección para su familia. Así es como Vigan sobrevivió intacta hasta nuestros días.
Dado su valor histórico, la calidad de su fábrica, su escala urbana y su estado de conservación (uno de los pocos lugares no afectados por guerras), mereció también ser considerado en la lista de la UNESCO. A pesar de estar notablemente comercializada para fines turísticos, constituye toda una experiencia el recorrer a calesa estas callejuelas adormecidas en el tiempo, cuyos adoquines de piedra resuenan al traqueteo de los cascos de caballo.
Presionar aquí para ver vistas en 360 del Pueblo de Vigan.
Me sorprendió mucho que, al comentar ese detalle, allá nadie lo conocía...
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Basílica de San Sebastián, Manila, Filipinas.
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Basílica del Santo Niño, Cebú, Filipinas
- Casa Velarde Álvarez, Ayacucho, Perú.
- Convento de San Agustín de Alcomán, México (ruinas)
- Iglesia de La Compañía Arequipa, Perú (1578-1698)
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Intramuros, Manila
- Monasterio de Santa Catalina, Arequipa, Perú
- Plaza de Amas de Arequipa, Perú
- Tambo La Cabezona, Arequipa, Perú.